No sólo es una consistente y ejemplar biografía de uno de los grandes pintores ingleses del siglo XIX, J.M.W. Turner, que recrea con precisión y rigor la personalidad de un hombre controvertido y sorprendente en sus reacciones, sino que efectúa, asimismo, un retrato exquisito y muy elaborado del entorno artístico en el que se mueve, la Inglaterra de la primera mitad de 1800.

Sobre ambos soportes, muy sólidos, se asienta una película excelente que reitera la categoría de un Mike Leigh que tiene una filmografía soberbia con títulos de la dimensión de Secretos y mentiras (1996), Todo o nada (2002), El secreto de Vera Drake (2004) y Another year (2010). En esta ocasión, confirmando que es también un destacado director de actores, ha contado con un aliado impagable, un Timothy Spall como protagonista, que desempeña un trabajo intachable y que logró con toda justicia el premio de interpretación en Cannes.

Leigh nos pone en la órbita humana de Turner en los últimos 25 años de su vida, cuando su prestigio está consolidado y su fama como excelente paisajista, con especial predilección por los temas marinos, no la discute nadie, salvo obviamente sus colegas. Algo de lo que ofrece numerosas muestras la cinta cuando se introduce en los escenarios propios de la Real Academia de las Artes, en donde sus lienzos, son permanentemente denigrados y relegados en las exposiciones a lugares nada gratificantes. El pintor vive todavía con su padre y está al cuidado de una fiel sirvienta a la que no tiene ninguna estima pero que le sirve de consuelo sexual.

Su vida, sin embargo, efectuará un giro cuando conoce a la dueña de una casa de huéspedes de la costa inglesa, que será la que le haga compañía cuando lleguen los momentos de la soledad, de la vejez y de la enfermedad. Con una mirada reveladora que atiende, por encima de todo, el factor humano y dramático, y con una cámara que escruta en su interior, en sus contradiccion y sus miserias, se va componiendo la imagen de un ser a menudo desconcertante, anárquico, errático y vulnerable, con tendencia al egoísmo.