El Miércoles Santo, el mítico director de cine afincado en Málaga Jesús Franco fue ingresado en el Pascual tras sufrir un accidente cerebrovascular isquémico. Tras varios días en estado semicomatoso, esta mañana ha fallecido a los 83 años. Se va el realizador de nuestro país más libre y bizarro, tan denostado por la crítica "oficial" como admirado por degustadores del celuloide más aventurero como Quentin Tarantino (quien siempre ha citado a Franco como una de sus grandes influencias).

Y ha muerto con las botas puestas: la semana pasada estrenó, al margen de los circuitos comerciales, el que ya es su legado fílmico, Al Pereira vs The Alligator Ladies, un inclasificable filme, como la mayor parte de la filmografía del reputado autor underground, rodado en nuestra tierra -como el grueso de la producción última del genio sicotrónico para algunos, autor de cine basura para otros-. Desde luego, no había en el mundo un director que a los 83 años rodara una película como ésta, bizarra hasta para quienes se consideran fans acérrimos del autor.

Jesús Franco empezó dirigidiendo una película con Antonio Ozores y Terele Pávez, Tenemos 18 años, pero pronto marcó distancias con Gritos en la noche, una de las cintas españolas de culto de todos los tiempos. Fue colaborador de Orson Welles en Campanadas a medianoche y en algunos de sus proyectos malditos, inacabados, como La isla del tesoro y Don Quijote.

Su filmografía es inabarcable, con más de 200 títulos, que van de películas de terror hasta cintas casi pornográficas, todas ellas marcadas por una estética cuidadamente descuidada, firmadas por un sinfín de seudónimos para garantizar las ventas extranjeras (David Khunne, John O'Hara, Clifford Brown o Pablo Villa, entre otros nombres). También compuso muchas de las bandas sonoras de sus películas.

CINEASTA MALDITO Y MENTOR DEL CINE ESPAÑOL MÁS EXTREMO

Autor "maldito" por excelencia, "de culto" para muchos -entre los que cabe destacar a Quentin Tarantino-, este director, guionista, productor, montador, actor y músico a quien encantaba el jazz -también escribía la banda sonora de sus películas- nació el 12 de mayo de 1930 en Madrid.

Jesús Franco fue distinguido con el Goya de Honor de 2008 de la Academia Española de Cine tras una trayectoria de 188 películas, todas ellas siempre en la frontera entre lo cómico y lo siniestro.

Considerado pionero del nacimiento del cine fantástico español, género al que se entregó casi por completo, también tocó la comedia, el drama y el musical.

Estudió Bachillerato en el instituto Ramiro de Maeztu y después comenzó las carreras de Filosofía y Derecho pero apostó por el cine y, así, hizo unos cursos en la Escuela de Cine de Madrid y París.

En 1953 regresó a España. Un año más tarde empezó a trabajar como ayudante de dirección con, entre otros, Juan Antonio Bardem, León Klimovsky, Julio Bracho, Fernando Soler o Joaquín Luis Romero Marchent y, también por entonces, comenzó a escribir; tenía un empleo como representante en Agata Films S.A. donde, en 1958, llegó a jefe de producción.

Incomprendido en la España de aquella época, Franco optó por producir y mostrar gran parte de su cine en países como Francia, Alemania, Suiza, Portugal, Italia o EEUU.

Gran admirador del cine americano, con su productora Manacoa Films afrontó en 1992 el montaje de las imágenes del inacabado "Don Quijote" de Orson Welles, con quien tres décadas antes colaboró en "Campanadas a medianoche" (1965).

Ha firmado sus trabajos con una larga lista de seudónimos, entre otros, David Khunne, John O'Hara, Clifford Brown, Pablo Villa o Jess Frank, aunque todos los que le trataron le llamaban cariñosamente "tío Jess".

Debutó con el largometraje "Tenemos 18 años" (1959), pero no fue hasta "Gritos en la noche" (1961) cuando su labor dejaría una huella imborrable en la cinematografía.

"Necronomicon" (1967) es, probablemente, la cinta más importante del artista, que recordaba con orgullo cómo el mismísimo Frizt Lang enumeraba esta cinta entre sus películas preferidas.

En 1968 tuvo su primer contacto con el personaje de Fu-Manchú, (inolvidable Christopher Lee) que rodó con él "Fu-Manchú y el beso de la muerte" (1968) y "El castillo de Fu-Manchú" (1969), con el que más tarde, en los setenta, rodaría también "El conde Drácula".

De esa época son "El diablo que vino de Akasawa", "Eugenie" y "Sex Charade", todas estrenadas en 1970; y después vinieron "La hija de Drácula" (1971), la aclamada "La venganza del doctor Mabuse" (1971) y "Diario íntimo de una ninfómana" (1972).

Franco fue un director muy prolífico, capaz de rodar sesenta películas sólo en la década de los setenta, con actores de la talla de Klaus Kinski, Jack Taylor o Fernando Fernán Gómez; "Drácula contra doctor Frankenstein" (1972); "El sádico de Notre Dame" (1974); "Aberraciones sexuales de una rubia caliente" (1976), "Las diosas del porno" (1977)....

En los 80 rodó, entre otras, "Sexo caníbal" (1980); "Aberraciones de una mujer casada" (1981); "Las orgías inconfesables de Enmanuelle" (1982); "Una rajita para dos" (1984); "Historia sexual de O" (1984); "La mansión de los muertos vivientes" (1985) y la cínica "Falo Crest" (1987).

Entre sus últimas películas figuran "Killer Barbies contra Drácula" (2002); "Snakewoman" (2005), las sagas de "La cripta de las mujeres malditas" (2008), y "La cripta de las condenadas", el experimento "Paula-Paula" (2010).

A sus 82 años, Franco hizo una última cinta, "Al Pereira vs. the Aligator Ladies", estrenada hace sólo unos días, el 22 de marzo, la más radical de cuantas pueblan su particular modo de entender el cine.

El polifacético artista también escribió varios libros, entre ellos, "Lina" (1996), dedicado a su mujer y musa, montadora y protagonista de muchas de sus películas, cuya muerte hace dos años sumió al cineasta en una profunda tristeza, y "Memorias del tío Jess" (2004), donde cuenta los hitos principales de su biografía.

Gran intelectual -incomprendido, eso sí-, el rebelde, controvertido y marginal Jesús Franco que hizo de la serie B todo un arte deja tras de sí una legión de huérfanos, aunque también un buen puñado de detractores que, tal vez ahora, vean su cine de otra manera.