Llega de la mano de Marvel Studios, fuente inagotable de mitos del cómic, y supone el segundo largometraje dedicado a la figura de Ant-Man o el Hombre Hormiga, que llegó a las pantallas por vez primera en 2015 en una película, Ant-Man, que también dirigió Peyton Reed y en la que el actor Paul Rudd, que ha vuelto a darle vida en esta segunda aventura, encarnaba al protagonista. Se trata de un nuevo capítulo poblado de héroes que tienen la asombrosa capacidad de contraerse. Después de Capitán América: Civil War, Scott Lang, que es su nombre en tanto ser humano, debe lidiar con las consecuencias de sus elecciones como superhéroe y padre. Mientras lucha por conciliar su vida familiar y sus responsabilidades de Ant-Man, Hope van Dyne y el Dr. Hank Pym le encargan una nueva y urgente misión. Scott debe volver a enfundarse el traje y aprender a luchar junto a la Avispa mientras el equipo trabaja al unísono para descubrir secretos del pasado. «Lo interesante de Ant-Man y la Avispa, dijo el productor Kevin Feige, «es que es una secuela de dos películas. Es la continuación de Ant-Man pero también narra las consecuencias de lo que ocurrió en Capitán América: Civil War. Es maravilloso poder contar historias como esta, combinar personajes de sus películas de origen y después mostrar sus apariciones en otras películas. Gracias a esta estrategia, Ant-Man post Civil Wa' llega ahora a un público mucho más amplio».

El director Peyton Reed estaba deseando retomar la trama y reanudarla donde se habían quedado Scott, Hope Van Dyne y Hank Pym en la primera película. "Ant-Man era una historia de origen así que hubo que decidir muchas cosas. Pero con Ant-Man y la Avispa pudimos empezar a trabajar directamente en la historia».

A Reed le interesaba mucho contar una buena historia pero también es un fan absoluto de los cómics. Por eso le entusiasmó la idea de dar protagonismo a los superhéroes más inverosímiles de una forma divertida e inventiva. También quería que fueran accesibles y que el público pudiera identificarse con ellos. «Me encanta el universo de Ant-Man», reconoció Reed. «No se desarrolla en el espacio exterior o en Asgard. Es el mundo real, el de verdad. Pero nos acercamos a él desde una perspectiva extraña y radicalmente diferente. Eso es lo más divertido de la saga Ant-Man. Tiene algo de infantil porque te coloca a ras del suelo, ahí donde los niños juegan con las figuras de acción. Pero también están los grandes superhéroes que hacen volar la imaginación y convierten en realidad los deseos más descabellados. El resultado es fantástico y muy realista».