Hace tiempo que Melanie Griffith vive alejada de los focos y de la prensa. Y más en España desde que se separó hace cuatro años de Antonio Banderas.

En los últimos años, las pocas veces que la actriz se ha dejado ver ha sido en algún estreno de cine o algunas vacaciones. Es por eso que ha sido toda una sorpresa la sesión fotográfica que ha realizado para la edición estadounidense de la revista InStyle, en un reportaje titulado Boss Lady.

La misma Griffith ha compartido las fotografías del reportaje a través de su cuenta de Instagram y le ha agradecido a la directora de la revista, Laura Brown, el que hayan contado con ella para el número de septiembre, ya que es el más importante de año.

Además , también ha agradecido el detalle que ha tenido la revista, al publicar el reportaje el mismo día de su cumpleaños. Ese día fue el 9 de agosto y la actriz cumplió 61 años.

En la imagen se ve a Melanie Griffith en un despacho con los pies sobre la mesa. Pero lo que más llama la atención es que su cara es diferente a la que conocíamos hasta ahora. En la siguiente imagen, también compartida por Instagram, aparece la actriz con un vestido negro luciendo un escote de corazón. En esta fotografía Melanie mira fijamente a la cámara, la cual está más cerca de su rostro que en la fotografía anterior, y se ve claramente que no tiene la misma cara que conocimos en los 90.

Es evidente que su rostro ha cambiado, ahora tiene la nariz puntiaguda, los labios más finos y los ojos más abiertos. Es difícil reconocerla.

El texto que acompaña a las fotografías nos cuenta que la actriz esta soltera y aunque espera encontrar a alguien no volvería a casarse. Al parecer cuatro matrimonios han sido suficientes para la actriz. "Creo que ya no es importante para mí. Pero especialmente si tienes 60 años, cuatro hijos y estás viviendo la vida que siempre has querido.

Entonces, ¿para qué casarse? Sí, me enamoraría, tendría un romance, una relación, pero no lo he tenido. Sigo buscando. He tenido un par de amantes pero no una relación" declaró.