El cineasta vasco Julio Medem ('Lucía y el sexo', 'Tierra' o 'Los amantes el círculo polar') vuelve a la gran pantalla con 'El árbol de la sangre', un filme protagonizado por Úrsula Corberó y Álvaro Cervantes en el que abunda el sexo, la muerte, el amor, el misterio y el simbolismo y que ahonda "en el mapa humano".

"A veces la política enturbia y contamina mucho. El hecho de que en esta historia no haya política explícita hace que el mapa humano este más presente y más limpio", ha señalado el director en una entrevista concedida a Europa Press con motivo del estreno de la cinta, el próximo jueves 1 noviembre.

En este contexto, ha expresado que las personas "ya no quieren interesarse por los sentimientos de los demás" dejando de lado los aspectos ideológicos, algo que "sí hace esta historia" que se centra en "respetar a todo el mundo".

Así, 'El árbol de la sangre' relata la historia de Marc (Cervantes) y Rebeca (Corberó), una joven pareja que viaja hasta un antiguo caserío vasco que perteneció a su familia para escribir la historia común de sus raíces familiares, creando así un gran árbol genealógico donde se cobijan relaciones de amor, desamor, sexo, locura, celos e infidelidades, y bajo el que también yace una historia repleta de secretos y tragedias.

En este sentido, ha explicado que habla de una pareja joven que necesita contarse el uno al otro sus 25 años de vida. Cada uno sabe que tiene un secreto que contarle al otro que va hacer daño pero toman la decisión de seguir adelante con la verdad con el objetivo de "despejar las sombras" descubriendo vínculos y secretos que pondrán en peligro su relación. El filme forma así un círculo completo en el que participan numerosos personajes -exentos de juicios de valor-, épocas y culturas de España.

"Es una historia de amor con un árbol dentro en el que se encuentran distintas ramas con otras historias de amor, de celos de locura y de tragedia, hay mucha tragedia. Pero ellos por encima de todo quieren unir sus ramas y juntar sangre para dar con esa verdad", ha explicado. El elenco se completa con Najwa Nimri, Daniel Grao, Joaquín Furriel, Luisa Gavasa, Josep María Pou o Ángela Molina, entre otros.

Asimismo, el filme cuenta con otro de los ingredientes del cine Medem que es la simbología y la construcción de una historia a través de imágenes. El cineasta explica que todo este entramado de personajes y épocas surgió de su propio inconsciente de una imagen "de una campa" en la que hay "vacas que bajan del norte y toros que suben del sur con carreteras con coches y familias alrededor y un accidente".

Varias Españas

"Españas hay muchas, no solo hay dos, y en este caso he elegido unas pocas. Él es de origen catalán y ella de origen sevillano y residente en Madrid, y luego aparece una escritora vasca que les deja su caserío para escribir su historia frente al árbol, que es su símbolo", ha relatado para añadir que también quería tener en cuenta las diferencias culturales del país.

Por su parte, Corberó ha destacado que el filme cuenta con unos personajes "humanos" que muestran su parte "luminosa y oscura" y que hacen cosas "que moralmente no son correctas". "Esta peli lo que hace es no juzgar, y también trata mucho sobre el perdón. Sacar lo que llevamos dentro para eximirnos de culpabilidad", ha explicado para añadir que Medem tiene una forma "muy honesta de contar las cosas más básicas de la vida tratándolas de una forma "muy pura y onírica a la vez".

Corberó, en relación a "la verdad" sobre la que ahonda esta cinta, se ha declarado "fiel defensora de la verdad aunque duela". "Prefiero saber siempre la verdad. Cuando te la quitan, aunque sea con una mentira piadosa, te están quitando derecho a decidir sobre algo que es como es", ha reflexionado.

Cervantes ha hecho alusión a la actual exposición de la sociedad ante las redes sociales señalando que "a cuanta más exposición más juicio", y ha matizado que, en cualquier caso, esa exposición "no es tan profunda como la que hacen los protagonistas en esta película".

"No es una película que trate sobre la moral. A veces el juicio parte del miedo de separar lo que está bien de lo que está mal y en este sentido los personajes dejan ver esa oscuridad que todos tenemos", ha concluido.