La tensa relación entre un padre estafador (Gonzalo de Castro) y un hijo abandonado (Juan Grandinetti) vertebra 'La maldición del guapo', una comedia que busca sacar la sonrisa del espectador de modo "elegante" y en la que todos los personajes usan la mentira para lograr sus propósitos.

La película, dirigida por Beda Docampo -con doble nacionalidad argentina y española- tenía que haberse estrenado en el Festival de Málaga, previsto en marzo pasado pero, tras su cancelación, ahora será una de las primeras producciones españolas -la tercera- en llegar a los cines después del coronavirus, el próximo 10 de julio.

"Sin la mentira uno no se sostiene, la mentira es un azúcar que hay que darle a la vida, con la verdad no vas a ningún lado", dice a la Agencia Efe Gonzalo de Castro, en completa sintonía con su personaje, Humberto, un seductor y estafador a partes iguales que lucha por recuperar el cariño de su hijo.

"Es un caradura, un echado para adelante, que se dedica al arte del engaño pero con guante blanco, con clase", explica el actor madrileño, muy popular gracias a series de televisión como '7 vidas' o 'Doctor Mateo'.

Su hijo en la ficción en Juan Grandinetti, vástago en la vida real del también actor Darío Grandinetti, y que entre sus proyectos en cartera tiene 'Competencia oficial', otra comedia pero esta vez junto a Penélope Cruz y Antonio Banderas y dirigido por Mariano Cohn y Gaston Duprat.

En 'La maldición del guapo' trata de diferenciarse de su padre "siendo más formal, noble, honesto, pero lo que le pasa por dentro es todo lo contrario, aunque reniega del padre al mismo tiempo lo admira y quiere recuperarlo", explica el joven actor argentino.

En torno a ellos orbita una galería de personajes secundarios a los que dan vida actores como Cayetana Guillén Cuervo y Carlos Hipólito -dueños de una joyería en la que trabaja el hijo-, Andrea Duro o Malena Alterio.

"Interpreto a una mujer aparentemente fría y calculadora, que es la mano derecha y la mano izquierda de los dueños de la joyería", explica Alterio, "una mujer muy preparada pero que, como en esta comedia nadie es lo que parece, ella también tornará en algo distinto".

"La comedia no tiene que ser un chiste grosero"

Dice Docampo, director de 'Amores locos' y del 'biopic' sobre el papa Francisco que interpretó Darío Grandinetti, que hay una regla de oro de los grandes dramaturgos y es que, bajo presión, aparece la verdadera naturaleza de las personas, y eso es lo que les sucede a estos personajes.

"Para mí eso es parte de la comedia, la comedia no tiene que ser un chiste grosero, la gente se ríe frente los abismos y obstáculos a los que se enfrentan los personajes", señala Docampo, "personajes que finalmente resultan queribles porque en el fondo todos son un poco perdedores".

En el caso del protagonista, el director apunta que hay una metáfora que puede leerse en clave política, "un tipo que se cree el más listo de la clase y que por más que comete tropelías considera natural ser admirado por ello y que se le perdone".

"Eso sucede", subraya, "políticos han ganado segundas elecciones pese a las cosas que han hecho que no corresponden y siguen despertando cierta admiración".

'La maldición del guapo' es la tercera película española que se estrenará en salas después de más de tres meses de clausura por la crisis del coronavirus. La primera fue 'La cinta de Álex' (26 junio), a la que siguió el viernes pasado 'La lista de los deseos'.

Todo el equipo de la película ha animado a los espectadores a volver al cine. "Las salas de cine son muy seguras, la gente que decida ir se va a sentar en silencio, con su mascarilla, su protocolo de seguridad.. ¡y con aire acondicionado!", subraya De Castro, "es una oportunidad para salir un poco de este paisaje mental donde estamos metidos, muy duro y complicado".