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La falta de dosis impedirá vacunar a los menores de 60 años en varias semanas

Sanidad admite que todavía no hay vacunas suficientes para empezar con el grupo poblacional de más de 50 años - Salud Pública analiza si hará falta la segunda dosis de AstraZeneca - Los docentes no quieren ser «conejillos de indias»

La vacunación sigue su curso, como en el Centro de Mayores Salvador Gosálvez de Sant Joan. PILAR CORTÉS

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, trató ayer de salir al paso ante las nuevas inquietudes e indignación que la decisión sobre la supresión de la vacuna AstraZeneca para menores de 60 años, ha generado entre quienes ya la han recibido y entre los que seguían siendo citados para ser inoculados en el Centro de Mayores Salvador Gosálvez de Sant Joan, entre otros centros de la provincia. «Quiero trasladar una total tranquilidad a los vacunados con AstraZeneca», subraya. «La segunda dosis no está prevista en la Comunidad hasta principios de junio por la pauta de las 12 semanas y en ese plazo pueden cambiar algunas cosas», dejó caer.

Repreguntada sobre si se dejará decidir sobre esta segunda dosis a profesores y miembros de las fuerzas de seguridad, porcentaje mayoritario de los vacunados con esta firma, Barceló se muestra tajante. «En principio no se deja a criterio. La comisión de vacunas y Salud Pública están estudiándolo y se trasladará al consejo interterritorial, pero los estudios que avanzan señalan que con la primera dosis se está inmunizado al 76%», puntualiza.

Lo que sí han decidido ya es que no se va a citar a nadie de menos de 60 años en las próximas semanas, entre otras cosas porque como admite la consellera, «no tenemos suficientes vacunas para empezar con ese grupo de población».

Con la totalidad de las que llegan hasta el momento, Moderna, Pfizer y AstraZeneca, precisó que se sigue inoculando a los grupos de 79 años hacia abajo y de 60 a 65 años también, a los que se va a seguir citando vía sms.

Transparencia

A los representantes del profesorado no les convence, de entrada, la nueva situación en la que les sitúa la decisión entre las autonomías de suprimir ahora la AstraZeneca a menores de 60 años. A falta de mayor información, trasparencia y claridad al respecto, como reclama la totalidad de los sindicatos docentes, tampoco les parece serio tanto vaivén, porque ya pagaron en su momento, con nervios añadidos, que se paralizara recién iniciado el proceso el día 15 de marzo. «Da la sensación de que juegan con nuestra salud por no hacer bien las cosas, y si encima llegan a proponer que la segunda dosis sea de otra marca, se entenderá que somos conejillos de indios y mucha gente decidirá prescindir de la segunda dosis» concreta Marc Candela por el STEPV.

Desde ANPE su presidente autonómico, Lauren Bárcena, también reclama que se despejen todas las dudas para tranquilizar de verdad al profesorado «con información puntual» porque cada día «entra a aulas con decenas de alumnos y protección insuficiente», afirma. En similares términos se pronuncian desde el CSIF, que reclama responsabilidad y transparencia sobre los reajustes previstos La secretaria general de enseñanza de CC OO, Xelo Valls, valora por su parte que Sanidad estudie la inoculación de la segunda dosis de AstraZeneca «atendiendo al principio de prudencia» y que no se deje en el olvido a los universitarios, que no están contemplados como profesionales esenciales como el resto. UGT exige a su vez información «clara y concisa» sobre el proceso de vacunación a partir de ahora. «En una segunda fase queremos saber qué tipo de vacunas van a poner y cuándo», concluyen.

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