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Daniel Andújar y el arte de la falsificación

El autor alicantino crea para el Banco de España Falso de época, obra sobre la relación de la moneda y el arte a partir de los archivos de esta entidad

El «atlas» creado por Andújar para el Banco de España incluye impresiones digitales y documentos. Abajo, detalle de uno de los elementos que muestra una falsificación. | BANCO DE ESPAÑA

Laureano Cerrada, ferroviario anarquista de Miedes de Atienza, huyó a Francia en 1945 y allí montó un equipo de falsificación de la peseta con el objetivo de desestabilizar la economía española para recuperar la democracia. También lo hizo con francos y dólares. Tanta fue su producción, que el gobierno de EE UU llegó a pagarle para que no lo hiciera.

El nombre de Mariano Conde está ligado a su condición de ser el falsificador más famoso que recuerda la picaresca española a principios del siglo XX. Más cercano es el caso de Juan Pedro González Sánchez, murciano que fue detenido en 2020 después de pasar 13 años falsificando euros desde su casa. Era tan bueno que el Banco Central Europeo advirtió del peligro que suponía por la calidad de los billetes.

La falsificación de la moneda llegó de forma paralela a su puesta en circulación, una actividad que tuvo mucho que ver con el arte. Esa relación es la que investiga Daniel G. Andújar en su propuesta Falso de época, realizada para el Banco de España a partir de sus archivos. «Hay artistas que han sido grandes falsificadores y falsificadores que han sido grandes artistas», apunta el creador de Almoradí cuya obra ya se encuentra en la colección de esta entidad a la espera de ser expuesta. «Acceder durante unos meses al archivo del Banco de España ha sido un privilegio», asegura Andújar al que el Museo Reina Sofía dedicó una exposición en 2015.

Resultado de este trabajo entre billetes, recortes de prensa, fotografías y documentos es este Falso de época, obra integrada por 78 elementos, en su mayoría impresiones digitales y documentos sobre papel. «La cuestión del original y la copia, la realidad y la ficción, verdadero o falso, debate recurrente en el mundo del arte, marca una línea argumental en este trabajo».

Daniel Andújar y el arte de la falsificación

Daniel Andújar y el arte de la falsificación

Desaparición del billete

No es la primera vez que Daniel G. Andújar trabaja el tema de la falsificación. Lo hizo en 2015 en su proyecto Guilloché, que también forma parte de la colección del Banco de España, y en El Capital. La mercancía. El dinero. Pero ahora ha trabajado con los propios documentos del Banco de España, cuyo antecedente, el Banco de San Carlos, lanzó la primera emisión de papel moneda en 1873. «Hace unos años nos parecía imposible pensar que algún día estas monedas y billetes pudieran desaparecer, pero ahora ese medio de pago se tambalea a principios del siglo XXI», afirma.

El artista recuerda que «cada vez menos personas recurren al dinero en efectivo al realizar transacciones y la pandemia ha acelerado el uso de las monedas digitales, los sistemas de transferencia de dinero digital o las plataformas de pago en línea». Por eso consideró pertinente «explorar el extraordinario archivo y la documentación del Banco de España -que en 1934 contó con un cuerpo de élite de la policía para perseguir delitos de falsificación- para investigar aspectos formales, técnicos e historiográficos, con el fin producir una obra con un formato de atlas».

Un atlas que «alude a un mundo pretérito que se ha transformado de forma radical, donde el billete se hace código, la economía se vuelve digital, el software se come el mundo, las matemáticas llaman al orden social, la seguridad cuestiona la realidad, lo mecánico es algoritmo y el hacker es el nuevo artista moderno, el nuevo falsificador».

En este sentido, Andújar destaca que los billetes actuales se realizan con un papel especial y técnicas de impresión muy complejas. De esta manera, el artista «ha sido reemplazado gradualmente por programas informáticos de cálculo gráfico». Eso conlleva una impresión de seguridad «para evitar la falsificación, adulteración y manipulación».

La desaparición del billete es para el artista de Almoradí «una pérdida de libertad y de control, porque todo lo que sea electrónica conlleva un control absoluto, todo deja rastro».

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