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Entre la comedia y el «thriller»

El nominado al Goya en 2011 concluye su nuevo largometraje rodado en la Casa Modernista de Novelda

La familia protagonista de la comedia musical Tengamos la fiesta en paz, recién estrenada, y un momento del rodaje de El propósito de la intención en Novelda. | INFORMACIÓN

El realizador alicantino Luis Soravilla se ha desdoblado este año en el cine. Acaba de estrenar en cines la comedia musical familiar en la que ha sido director de fotografía, Tengamos la fiesta en paz, de Juan Manuel Cotelo, y ultima el que será su próximo largometraje, un «thriller» de humor surrealista titulado El propósito de la intención, rodado íntegramente en Novelda.

La actriz Mamen García, con Luis Soravilla, en el rodaje de Tengamos la fiesta en paz. | INFORMACIÓN

Aunque ambas producciones han tenido dificultades en su rodaje por la pandemia, Soravilla (nominado al Goya en 2011 por su corto Adiós, papá) reconoce que no se puede quejar. De la comedia navideña recién estrenada, que lanzó un «crowdfunding» para cerrar su financiación, el alicantino cuenta que «los preestrenos fueron un éxito, pero lo que nadie esperaba era que el primer fin de semana acabáramos en el top 10 de las películas más vistas en nuestro país, de las que solo tres son españolas y una es la nuestra».

Entre la comedia y el «thriller»

El realizador fue reclamado por la productora de la película (Infinito + 1) como responsable de fotografía y se llevó a parte del equipo alicantino con el que trabaja habitualmente para el rodaje en el municipio madrileño de Becerril de la Sierra (Begoña Movellán, directora de arte; Mª José Alcaraz, de vestuario; Carmina García, de maquillaje y caracterización; y Rubén Climent, de sonido) «y estuvimos todo el equipo confinado en la finca durante las seis semanas de rodaje, que es una experiencia muy potente porque son muchas horas juntos y con adversidades permanentes. Sin embargo me he encontrado con gente maravillosa, talentosa y muy generosa. Parte de ese afecto entre todos puede respirarse en la película», explica.

Algunas de las adversidades tiene que ver con que rodaron una película navideña con vestuario de invierno en pleno verano, o que una borrasca les obligó a cambiar el rodaje de exteriores. «Por otra parte, tres de los protagonistas son niños y la película es un musical, algo que al principio me preocupaba un poco, pero, como siempre, la vida te sorprende y fueron los niños los que hicieron el rodaje fácil», admite.

De su proyecto personal, su nuevo largometraje, El propósito de la intención, se encuentra terminando la mezcla del sonido con Fele Pastor, uno de los cuatro actores de esta historia creada a partir del encierro de dos personas en un ascensor. «Por las restricciones al principio de la pandemia, solo podíamos estar seis personas en el set, por lo que todas las secuencias donde los actores Tomás Mestre y Elena Candela hablaban con Fele y con Paco Escribano las rodamos partidas, nunca todos juntos», recuerda el director de este rodaje, que transcurrió en gran parte dentro de la Casa Modernista de Novelda, edificio de la Fundación Mediterráneo, en el que diseñaron su propio ascensor.

«Además, gran parte de la peli transcurre de noche y por circunstancias especiales tuvimos que rodar todo de día. Pese a todo, el resultado es el que buscaba, un drama surrealista con muchos momentos de comedia y un final que invita a la reflexión», apunta Soravilla, que ha tardado un año en terminar la producción por los proyectos surgidos entre medias y aún no tiene fecha de estreno en 2022.

En esta cinta han contado con la colaboración de Enrique Villén, Alfredo Navarro, Xavi Monzó, Mónica Rondón y José Francisco Pastor y completaron la financiación con la ayuda de Diego Belmonte.

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