Cuando el Museo Reina Sofía dedicó en 2015 una exposición individual a Daniel G. Andújar (Almoradí, 1966) hubo una pieza que se documentó pero no se expuso. En la cabeza de Manuel Borja-Villel, director del centro de arte, ya rondaba la idea de reordenar la colección del museo y Postcapital Archive era candidato a formar parte de la exposición permanente.
Y así ha sido. La obra del alicantino, adquirida por el Reina Sofía en 2013, se erige en una de las salas del Episodio 8 de la colección casi en su totalidad. No es una pieza fácil. De hecho, el artista necesitó dos semanas para montarla. Sus grandes dimensiones, su simbolismo, sus técnicas conforman un mapa exacto de la producción de Andújar. Y allí está a disposición de los visitantes.
Fue a finales del año pasado cuando el Reina Sofía presentó el nuevo discurso de su colección permanente, bajo el título Vasos comunicantes 1881-2021, que ofrece una lectura diferente del arte a través de esos ocho episodios temáticos compuestos a su vez por diferentes salas.
Éxodo y vida en común es en el que se enmarca la pieza del artista de Almoradí, que ocupa 1.000 metros cuadrados, «aunque según el espacio se adapta», asegura el artista cuya obra recorre a través del arte el periodo que se extiende entre la caída del muro de Berlín en 1989 y el atentado de las Torres Gemelas en 2001. Lo hace a través de una especie de contenedor, una torre de 15 metros de alto, 115 imágenes y dos vídeos.
«Entre la caída del muro de Berlín y el 11-S se producen una serie de cambios que están marcando este siglo, el paso de la sociedad industrial a la sociedad informacional», destaca el artista. «Una vez que cae el muro de Berlín, se han puesto más muros que nunca para mantener a la gente fuera del mundo occidental: en Ceuta y Melilla, en Tijuana, en Australia, en Gaza...».
Varias piezas en una
El contenedor es un cubo rojo con dos pantallas, una en el interior y otra que da al exterior. «Cuando entras ves una imagen de alta definición que utilizó la inteligencia norteamericana para observar los daños del colapso de las Torres Gemelas; hice como un animación para este proyecto».
En cuanto a la torre de madera, «es igual a las que se hacen en los campos de refugiados y, a la vez, es un púlpito donde la gente subía a dar discursos, como Lenin en Moscú», destaca. «Los peldaños están rotos por lo que no se puede subir, como una metáfora de que nadie puede tomar la voz por nosotros».
El collage incluye 115 imágenes desde el día de la caída del muro de Berlín a una tomada el día antes del atentado del 11-S. «Las fotos cuentan con todos los elementos de transformación sobre mi teoría del postcapitalismo, el proceso de digitalización de la nueva geopolítica o las primeras crisis ecológicas».
En cuanto a los vídeos, son dos los que forman parte de la pieza. «Uno es a partir de la imagen famosa de un soldado de Alemania Oriental que salta las alambradas antes de que se construyera el muro y otro que va pasando muy lentamente, en el que se ve a gente que sigue saltando.
Para Andújar, formar parte de esta colección permanente «es súper emocionante porque creo que el Reina Sofía ha dado una vuelta a la museografía. Es una colección única en todo el mundo»
Y lo es, asegura, «por su extensión y complejidad, pero también porque creo que el equipo científico del museo ha ido ajustando las obras temáticamente y ha hecho un esfuerzo que muchos museos no hacen que es arriesgar hacia el presente porque hay gente bastante joven que es un riesgo. Además, hay piezas que a lo mejor con otra visión en la reordenación de la colección no estarían presentes».
Sempere y Juana Francés también forman parte de la colección
La obra de Daniel G. Andújar no es la única representación de artistas alicantinos en la nueva colección permanente del Reina Sofía. De Eusebio Sempere y Juana Francés también se han seleccionado piezas. Ambos, en el Episodio 4, titulado Doble Exposición: el arte y la guerra fría.
Del artista de Onil se han incluido dos piezas. Una es un óleo y grafito sobre lienzo, Sin título, de 1955 (ca), que se ha ubicado en la sala El amigo americano. La otra, titulada Yan-Ýin azul, fechada en 1971, se puede ver en la sala Arte y computación. El Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid.
Por lo que respecta a Juana Francés, está representada en la colección con una obra del año 1959, realizada en tierra sobre lienzo, en la sala Nueva York expone en España.
