Chanel, Tanxugueiras, Blanca Paloma y Varry Brava están más cerca de conseguir el codiciado pasaporte a Turín, al festival de Eurovisión 2022. Así lo decidió el jurado profesional y los telespectadores tras una gala presentada por Alaska, Máximo Huerta e Inés Hernand que, sin duda, vuelve a poner a la ciudad de los rascacielos, con el Benidorm Fest, en el foco de los concursos musicales, en el universo eurofán. En la primera semifinal se quedaron por el camino las candidaturas de Azúcar Moreno y Unique, mientras que triunfaron las dos propuestas alicantinas. Será hoy cuando se seleccionen los otros cuatro temas que competirán el sábado en la gran final.

Cuero rojo, lentejuelas y grandiosas bolas de discoteca para homenajear a un icono intergeneracional. Los alicantinos Varry Brava fueron los primeros en subir al escenario del Palau D’Esports L’Illa para interpretar la propuesta con la que aspiran a conseguir el billete a Italia, la canción Raffaella. Inspirada en la música disco italiana, en la energía incombustible de la eterna Carrá, el grupo procedente de Orihuela consiguió desde el primer estribillo arrancar el aplauso de un público sediento de espectáculo, ansioso del show que prometía el Benidorm Fest. Y lo cierto es que el trío formado por Aarón Sáez, Óscar Ferrer y Vicente Illescas no defraudó, ni mucho menos. Consiguieron trasladar a la audiencia uno de esos festivales a cielo abierto que tanto se echan de menos en años de pandemia.

Sobria y magnética

No pasó desapercibida Blanca Paloma con su Secreto de agua, un tema que combina tradición y contemporaneidad. La potente voz de la cantante de El Altet, la elegancia de una actuación sobria pero magnética, hizo enmudecer al auditorio. No necesitó demasiados elementos en su puesta en escena. Un sencillo vestido blanco y un llamativo juego de tejidos que traspasaba los límites del escenario, en el que se proyectaba un baile de luces que evocaba un mar en calma. Antes de ella llegó el turno de las veteranas, de las hermanas Salazar, las que en Eurovisión 1990 obtuvieron un destacable quinto puesto con su icónico Bandido. Porque Azúcar Moreno, las que hace tres décadas fueron presentadas ante Europa como las Brown Sugar, llegaron decididas a a representar al territorio patrio por segunda vez, como en su día hicieron Raphael y Conchita Bautista, esta vez con todo el Postureo. Su verbeneo remozado, como no podía ser de otra forma, empujó al público a arrancarse a tocar las palmas, a disfrutar del flamenco patrio con el que apostaron por españolear sobre el escenario, pero, finalmente, se quedaron fuera de la carrera.

Blanca Paloma y Varry Brava, a la final

Como en toda gala de inspiración eurovisiva, no podía faltar el toque de pirotecnia, que en esta ocasión acompañó la puesta en escena de la boy band de la noche, los chicos de Unique. Con su tema Mejores, de inspiración triunfalista, recorrieron de punta apunta el escenario con vistosas volteretas y coreografías que dieron paso a una de las favoritas en todas las quinielas. El folk gallego de Tanxugueiras con su canción Terra fue la quinta actuación de una noche en la que, por vez primera, se escucharon lenguas cooficiales como propuesta para representar a la diversidad cultural de España en el mayor espectáculo musical televisado del mundo. Ese al que no pudo acudir Joan Manuel Serrat en 1968 para interpretar el La, la, la porque se le impidió cantar en catalán un tema que, finalmente, daría a España su primer oro en Eurovisión, con Massiel como intérprete. Esta vez, el trío de cantareiras gallegas sí representaron el folclore patrio y por todo lo alto, con una propuesta que tiene frases en todas las lenguas oficiales del Estado y en asturiano, a través de un espectáculo en el que no faltaron bailarines con el torso descubierto, en faldas y bailando muiñeiras. Disruptivo, cuanto menos, y muy aplaudido fue su paso por el escenario Benidorm Fest con un mensaje potentísimo que aboga por eliminar fronteras y celebra la diversidad que representa a España y también a Europa. Una actuación impecable llena de fuerza con un estilismo único.

Y fue Chanel y su desenfadado SloMo la que cerró la gala con un temazo explosivo, un hit rompepistas de baile inspirado en ritmos urbanos, ese que supo combinar una enérgica coreografía con una voz que no pasa desapercibida. Tanto es así que acabó primera en el ranking. Salvador Sobral, ganador de Eurovisión 2017 y Marlon pusieron el broche de oro a la velada como artistas invitados, con una mención expresa del portugués apoyando la candidatura de Taxungueiras.