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Iván Pastor cuelga la tabla tras cuatro Juegos Olímpicos

El windsurfista de Santa Pola abandona la alta competición a sus 41 años aunque seguirá ligado a la vela en tareas formativas a los jóvenes

Iván Pastor lleva la tabla durante un día de entrenamiento en Santa Pola. | RAFA ARJONES

Pocos deportistas pueden presumir de tener el curriculum de Iván Pastor. Cuatro Juegos Olímpicos, campeón del mundo en la clase Race Board, campeón de dos Copas del Mundo de RS:X, en Miami y Palma de Mallorca, Medalla de bronce en el campeonato de Europa clase RS:X en Bulgaria...entre otros muchos éxitos que convierten al windsurfista de Santa Pola en uno de los regatistas más laureados de España.

El windsurfista fue noveno en los JJ.OO. de Pekín 2008 y Río 2016; duodécimo en Atenas 2004 y decimosexto en Londres 2012. En ninguno de sus cuatro anteriores ciclos olímpicos había tenido tanta competencia nacional como la tuvo antes de Tokio. Pastor clasificó a España por país para Tokio 2020, pero no pudo clasificarse de forma individual.

«Si hubiera seguido, tenía mucho que perder y poco que ganar. Creo que he tomado la decisión más correcta y coherente»

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A sus 41 años ha decidido colgar la tabla en una decisión que meditó tras quedarse fuera de los Juegos de Tokio y que hubieran significado sus quintos, una cifra al alcance de muy pocos. Pero un regatista como Iván Pastor no puede estar mucho tiempo alejado del mar ni de la tabla, por lo que tiene claro que seguirá vinculado a este deporte en nuevos proyectos que irá desvelando poco a poco pero que estarán relacionados con la promoción de la vela entre los más jóvenes.

El regatista de Santa Pola explicó en un entrevista con el Proyecto FER cómo tomó la decisión de retirarse de la alta competición: «Me ha costado. Y mucho. Desde el pasado mes de marzo, momento en que me llevé una gran decepción al saber que no iría a los Juegos de Tokio, hasta mediados de noviembre, mi cabeza ha sido una montaña rusa de sensaciones. Por una parte, no quería dejarlo. Al ser un ciclo más corto, me preguntaba ‘¿por qué no darte una última oportunidad en la clase IQfoil’? Por otra, me decía ‘no puedes seguir llevando tu cuerpo al límite. Es la hora de dejarlo’. Al final, se ha impuesto este segundo pensamiento. Si hubiera continuado, tenía mucho que perder y poco que ganar. Creo que he tomado la decisión más correcta y coherente».

Pastor abundó en las razones. «Han sido una combinación de motivos, pero uno de los más influyentes ha sido mi maltrecha espalda. En realidad, llevaba con molestias desde 2017. Y los problemas se iban acentuando con el paso del tiempo. Un esfuerzo extra, superior a lo habitual, me generaba mucho dolor. En los últimos meses, los entrenamientos estaban condicionados por este lastre físico. Al margen de ello, repito, creo que me iba a ser imposible mejorar lo conseguido. Por mucho que me guste, ¿para qué empeñarme en seguir y oscurecer mi buen palmarés?», explicó el windsurfista al Proyecto FER, que le ha apoyado en su exitosa carrera deportiva.

El regatista de Santa Pola durante una de las competiciones. efe

Pastor no sabría elegir con qué éxito de los conseguidos se quedaría: «Son tantos años y tantas experiencias, que no es fácil elegir dos o tres momentos concretos. Nunca se me olvidará mi primer título de campeón de España. Sólo tenía 14 años. En ese momento, me hicieron una entrevista y dije que quería ir a unos Juegos Olímpicos. He estado en cuatro, lo cual es muy difícil y meritorio. También me quedo con la participación en mi primer Mundial, con sólo 18 años, o la primera victoria en el prestigioso trofeo Princesa Sofía, con 25. En cuanto a las decepciones, siempre se me quedará la espinita de no haber sido medallista olímpico e, incluso, haberme quedado a las puertas del diploma en Pekín 2008 y Río 2016».

Lo que tiene claro el regatista santapolero es que seguirá ligado al mar y a la vela marcando el camino a los más jóvenes.

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