Jornada. Colaboración e innovación. Esos son dos de los requisitos imprescindibles, según los expertos reunidos ayer en Torre Juana OST, para profundizar en la economía circular en un momento marcado por el encarecimiento y la falta de materias primas.
El fuerte encarecimiento de las materias primas, e incluso los desabastecimientos que se están produciendo a rebufo de la crisis del covid, son factores que han puesto en evidencia la importancia cada vez más notoria de apostar por la economía circular, sobre todo en lo que respecta al reaprovechamiento de los residuos. Y, para ello, coinciden en afirmar los expertos, es necesaria la colaboración entre organizaciones del sector público y privado, y siempre con la innovación como elemento tractor.
Todas estas cuestiones fueron analizadas este lunes en las instalaciones de Torre Juana OST, en el transcurso de la jornada «Alianzas para la innovación en la economía circular», un evento organizado por el Circular Economy Club Alicante y la empresa Sen Innova, en colaboración con la Universidad de Alicante (UA), AlicanTEC y la propia Torre Juana OST. En el evento tomaron parte diferentes representantes empresariales, así como de administraciones públicas, universidades y centros tecnológicos.
La jornada sirvió para presentar algunos casos de éxito, que han tenido como elemento catalizador las colaboraciones intersectoriales y la tecnología. Según se encargó de subrayar la CEO de Sen Innova, Mayra Lacruz, «las alianzas son fundamentales para una transición hacia la eficiencia de recursos y la creación de regiones competitivas, y los proyectos que hemos podido conocer en este encuentro han requerido de este tipo de colaboraciones para la creación de nuevos subproductos o servicios en el marco de la economía circular».
Así, Joaquín Vilaplana, director de innovación del Instituto Tecnológico del Juguete (Aiju), presentó una iniciativa de desarrollo de probióticos a partir de residuos de fabricación de cerveza, mientras que Francisco Mataix, director ejecutivo de Belda Lloréns, explicó cómo la empresa ubicada en Banyeres elabora hilos a partir del reciclado de desperdicios textiles y ha introducido el blockchain para mejorar la trazabilidad.
Por su parte, Marcos Carrero, director de Inyectados Mega, firma de Monóvar, expuso cómo han logrado materiales innovadores que pueden ser utilizados por el calzado y la construcción a partir de biorresiduos, al tiempo que Román Dato, coordinador de innovación de la Federación de Empresas del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), dio cuenta de los proyectos de simbiosis industrial que está liderando la entidad, para que diferentes empresas ofrezcan sus residuos a otras que los puedan reprovechar tras su reciclado.
También intervinieron Mariano Pérez, director del Instituto Tecnológico de la Metalmecánica, Mueble, Madera y Embalaje (Aidimme), quien contó con detalle el contenido del Observatorio de la Simbiosis Industrial que han lanzado con la colaboración de la Generalitat, así como Joaquín Mas, director general de Enercoop, que informó del proyecto de comunidades energéticas pionero a nivel nacional que se desarrolla en Crevillent.
Otro de los participantes fue Miguel Fernández, jefe de la unidad de tecnologías del agua de la Diputación de Alicante, que mostró el proyecto de corredor verde en el río Monnegre, antes de que cerraran la ronda de intervenciones Juan Carlos Trujillo y Santiago Colomo, de la firma alicantina Lucentia Lab, quienes hablaron de la aplicación de la Inteligencia Artificial en la separación y clasificación de residuos.
Conclusiones
Laura Cárdenas, líder del Circular Economy Club Alicante, valoró de forma positiva la jornada, que culminó con cuatro ideas clave: promover la innovación colaborativa mediante alianzas dentro y fuera de las diferentes cadenas de valor y simbiosis industrial; generar puntos de encuentro que generen transferencia de conocimiento y compromiso de informar, formar y concienciar; fomentar los reaprovechamientos a través de logística y bases de datos inteligentes que conecten recursos y residuos de las empresas; y demandar, a través de la acción e innovación local, financiación y ayudas públicas para proyectos de economía circular.
