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La cifra de empresas cae por primera vez en seis años en Alicante: 858 firmas menos por el covid

Los últimos datos del INE constatan que el comercio, la hostelería y la industria son los sectores que más han sufrido el impacto de la pandemia - De las 144.573 compañías que están activas, solo 5.502 tienen una plantilla de más de diez empleados

Vista general del polígono industrial de las Atalayas, en las inmediaciones de Alicante. | INFORMACIÓN

El impacto de la pandemia sobre la economía de la provincia ha resultado evidente, como así se refleja en numerosos indicadores que han ido saltando a la palestra a lo largo de los últimos tiempos. Sin embargo, faltaba por concretar la repercusión que la crisis sanitaria ha tenido sobre el tejido productivo de este territorio, y los últimos datos publicados por del Instituto Nacional de Estadística (INE) han venido a confirmar los peores presagios. Y es que el número de empresas ha sufrido un retroceso de 858, en lo que supone el primer descenso que se registra en los últimos seis años. Comercio, hostelería e industria son los sectores que más han sufrido la embestida de la crisis sanitaria. Además, se consolida el mal endémico del pequeño tamaño de los negocios, toda vez que, de las 144.573 firmas que permanecen activas, sólo 5.502 tienen una plantilla formada por más de diez empleados.

El INE acaba de hacer públicos los datos estadísticos correspondientes al 1 de enero de 2021, en lo que respecta a las empresas activas en cada territorio. Las cifras de la provincia de Alicante no son nada halagüeñas, puesto que el descenso de 858 firmas con relación al ejercicio anterior rompe con una dinámica positiva que se había venido manteniendo desde 2014, cuando, como consecuencia de la anterior crisis económica, se tocó fondo con 126.389 negocios. Ahora son 144.573, mucho mejor que entonces, pero supone haber truncado una racha ascendente que parecía inquebrantable.

La pandemia, como no podía ser de otra forma, se encuentra detrás de estas cifras, y así se pone de manifiesto en los diferentes sectores. Los más afectados por las restricciones para contener el virus han sido también los que han perdido empresas. Este es el caso, fundamentalmente, del comercio, la hostelería y, en menor medida, el transporte, que en conjunto han perdido 683 firmas, lo que deja la cifra total en 52.541. Le sigue, a continuación, la industria, un sector que ha sabido resistir mejor la crisis sanitaria, pero que aún así ha visto como desaparecían 263 firmas, para dejar el cómputo global en 9.841. Según el INE, han sufrido descensos menores el sector de las actividades inmobiliarias, con 36 empresas menos, que dejan la cifra total en 10.337; la construcción, con una caída de 32 y 19.872; las actividades financieras y de seguros, que bajan en 26 para situarse en 3.038; y las actividades profesionales y técnicas, que disminuyen en siete, para quedarse en 23.823.

En el lado contrario, con subidas leves, se encuentran las firmas de información y comunicaciones, así como de otros servicios profesionales, con un incremento de 67 empresas en cada apartado, que dejan las cifras totales en 2.343 y 12.594 empresas respectivamente. También crecen en 45 las empresas relacionadas con la educación, la sanidad y los servicios sociales, para dejar el cómputo total en 10.184.

Una de las cuestiones que llama poderosamente la atención es el pequeño tamaño de las empresas de la provincia, en la línea de lo que viene sucediendo en los últimos años. Así, de las 144.573 firmas que permanecen activas, sólo 5.502 cuentan con más de diez empleados. En concreto, hay 79.860 sin asalariados, 40.451 que tienen entre uno y dos, 13.567 entre tres y cinco; y 5.193 entre seis y nueve.

A partir de ahí, el informe publicado por el INE revela que hay un total de 3.147 empresas con plantillas de 10 a 19 trabajadores; 1.655 que tienen entre 20 y 49; 394 que cuentan entre 50 y 99; 181 que van de 100 a 199; 35 entre 200 y 249; y 75 de 250 a 999. En la escala superior, sólo figuran doce empresas que tienen entre 1.000 y 4.999 asalariados, y únicamente dos con más de 5.000.

A la vista de estos datos, Carlos Baño, presidente de la Federación Alicantina de Comercio (Facpyme), resalta que las cifras que ofrece el INE no son otra cosa que «la constatación de la realidad que le está tocando vivir tanto a nuestro sector como a la hostelería, los más afectados por las restricciones y sometidos aún a la incertidumbre de las sucesivas oleadas del coronavirus».

Pérdida de competitividad por el reducido tamaño

La crisis sanitaria no ha hecho otra cosa que constatar un problema que ya venía presentando el tejido empresarial de la provincia, como es el pequeño tamaño de los negocios. Los últimos informes emitidos por el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) vienen advirtiendo de que la provincia ha dejado de ganar cuota o peso en el conjunto nacional entre el colectivo de trabajadores afiliados al régimen general, y en cambio, sí lo hace entre los que están acogidos al régimen de autónomos. La consecuencia es una pérdida de competitividad, que no está pasando desapercibida para determinados sectores.

Este es el caso del textil, que acaba de firmar un plan estratégico con la Generalitat en el que uno de los principales objetivos pasa, precisamente, por fomentar alianzas o estrategias de cooperación empresarial. Según el presidente de la patronal valenciana del sector, Pepe Serna, «el tamaño reducido de nuestras empresas propicia que no podamos competir en igualdad de condiciones con otras compañías, tanto a la hora de vender como a la de conseguir mejores precios».

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