Callosa d'en Sarrià cosecha un níspero "excepcional" pero pierde el 27% de la producción

La Unió advierte de que la localidad de la Marina Baixa apenas llegará a las 8.000 toneladas

El adelanto de la campaña del níspero provoca una reducción en la producción en Callosa d'en Sarrià

El adelanto de la campaña del níspero provoca una reducción en la producción en Callosa d'en Sarrià / INFORMACIÓN

La maduración temprana por el calor en el inicio del año y la falta de lluvias vuelve a penalizar al campo alicantino. La Unió Llauradora prevé que la producción de níspero en Callosa d'en Sarrià baje un 27% esta temporada respecto a la anterior. Este porcentaje sube hasta tres puntos más para el conjunto de las zonas productoras de la Comunidad Valenciana. En datos, significa pegarle un bocado de 3.000 toneladas a la localidad de la Marina Baixa que se prevé pase de las habituales 11.000 toneladas a las 8.000.

Para la asociación de agricultores, la campaña viene marcada por los cambios climatológicos y los resultados finales están enfocados en sacar partido de la excelente calidad que se aprecia en los frutos este año. La Cooperativa de Callosa d'en Sarrià comercializa entre el 75 -80% de la producción total del níspero que se cultiva en la región valenciana y representa el 83% de las hectáreas cultivadas -892 de las 1.079 declaradas en la Comunidad Valenciana.

Las circunstancias meteorológicas han provocado también un adelanto de la campaña de recolección de entre dos a tres semanas sobre lo que es habitual en esta zona del interior de la comarca. La Unió ha apuntado a que "en estos últimos días de abril, está prácticamente recolectado ya en la zona de la Denominación de Origen (DO) de Callosa d’en Sarrià casi el 75% de la producción, por lo que se espera que a mediados de mayo esté ya todo cosechado".

Visita del secretario de La Unió a la Cooperativa de Callosa d'en Sarrià.

Visita del secretario de La Unió a la Cooperativa de Callosa d'en Sarrià. / INFORMACIÓN

"El avance de la recolección ha posibilitado que el níspero tenga menos competencia en los mercados con otras frutas como el albaricoque, el melocotón o la cereza. La ausencia de precipitaciones ha traído también una bajada del calibre, aunque en el lado positivo ha generado que la calidad y cualidades organolépticas del fruto sea este año excepcional", según sostienen desde la asociación.

En este sentido, si se comparan los precios oficiales en origen del níspero de esta campaña sobre la anterior "se comprueba que han subido un 50%. Sin embargo, este incremento de precio no ha comportado que aumenten los ingresos de los productores debido a la menor cosecha y a que los costes de producción siguen al alza".

Carles Peris, secretario general de La Unió, indica que es “fundamental seguir cultivando nísperos en la Marina Baixa y otras zonas para que los consumidores de la Comunidad Valenciana puedan seguir disfrutando de un producto de una gran calidad”. Peris afirma que “se trata de un producto que tiene un coste de producción elevado por su manejo agronómico tan cuidado que requiere de tareas manuales como el aclarado para obtener un calibre adecuado, una recolección cuidadosa y un posterior encajado manual. Todo ello es motivo suficiente para que tenga un precio suficiente y justo en los lineales para compensar todo este proceso”.

Retraso en otras zonas

Por otra parte, los agricultores han tenido que hacer frente al problema de encontrar mano de obra cualificada. La Unió ha cifrado que hacen falta para la campaña entre 500 y 1.000 jornaleros. El adelanto en Callosa d'en Sarrià contrata con las circunstancias que viven otras zonas del cultivo de este fruto. En la zona del Alto Palancia, se espera una producción normal y con buen calibre. En las poblaciones de Segorbe, Castellnovo y Soneja, "no ha habido heladas, por lo que ha tenido un excelente cuajado el fruto y la falta de precipitaciones ha hecho que la fruta no tenga tampoco problemas fitosanitarios, por lo que se espera muy buena calidad".

La fruta en esa zona castellonense todavía está verde y se prevé que la cosecha comience en junio. Pese a ser la segunda zona en importancia de este cultivo en la Comunidad Valenciana, se está convirtiendo ya en una producción residual, con un alto nivel de abandono o sustitución. En los últimos diez años la comarca ha perdido casi el 90% de las plantaciones existentes. La superficie cultivada apenas alcanzada las 123 hectáreas en el Alto Palancia castellonense y otras 28 en el Camp de Morvedre de la provincia de Valencia (3%). La superficie se ha reducido en global un 9% en los últimos diez años.