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Alimentación

El sector del aceite de oliva no descarta una bajada de precios a partir de septiembre

El consumo interior del producto ha repuntado un 12,2% desde el pasado octubre, cuando empezó la actual campaña

Envasado de aceite en la empresa DCoop, con sede en Antequera (Málaga). GREGORIO MARRERO

Después de dos años de cosechas nefastas, muy por debajo de la media, los productores de aceite de oliva están convencidos de que las cosas cambiarán en la próxima cosecha. Será gracias a las lluvias de esta primavera (providenciales sobre todo para los cultivos de secano) y al hecho de que cada vez hay más superficie plantada de olivar en España. Así las cosas, si todo sigue como hasta ahora, es muy posible que en septiembre arranque una nueva campaña aceitera "medianamente normalizada" y que la industria se plantee por fin una rebaja en los precios de venta al público. Para ello está siendo clave también que, pese a los precios disparados, "los consumidores se hayan mostrado fieles al producto, entre otras razones porque han visto que es difícil de sustituir", subrayaTeresa Pérez, gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español.

Desde que se inició la presente campaña el pasado octubre, el consumo interior de aceite de oliva, en sus distintas variedades, ha registrado un aumento acumulado del 12,2% respecto al mismo periodo del ejercicio 2022-2023, según los datos publicados la semana pasada por el Ministerio de Agricultura y Alimentación. En los primeros seis meses de la campaña 2023-2024, los españoles han consumido ya 208.500 toneladas de este producto, frente a los 185.800 toneladas de la temporada anterior.

"Aunque los datos globales acumulados, que también incluyen las exportaciones, son similares a los de 2023, ha habido una evolución positiva en el mercado interior, lo que nos lleva a pensar que el consumidor sigue queriendo aceite de oliva, a diferencia de lo que pensaba el sector, que creía que la demanda era muy elástica y que iba a perder mercado en favor de otros aceites u otras grasas", reflexiona Pérez. Los consumidores redujeron el año pasado el consumo, sí, pero no le han dado la espalda.

Los precios

El litro de aceite de oliva alcanzó en abril los 13,45 euros de media en los supemercados analizados por la asociación de consumidores Facua, "lo que supone -afirma la entidad- un aumento del 4,1% respecto a principios de año, a pesar de que en origen costaba 1,21 euros menos respecto a enero". "Bueno, en realidad, esta última semana el precio en origen ha vuelto a subir algo en los mercados mayoristas, entre otras razones porque se ha reactivado la actividad comercial", corrige Pérez.

Con todo, ya lo avisaba hace un mes Francesc Minguell, director gerente de la Cambra de Comerç de Tortosa, el organismo del que depende la lonja de la capital del Baix Ebre, referente en precios para el aceite de oliva: "La gran distribución suele pactar a un año vista los precios con los proveedores, lo que implica que lo que se está pagando ahora en las tiendas se fijó a principios de campaña y previsiblemente se mantendrá hasta que esta termine". Eso significa que, en principio, no será hasta septiembre.

"El mercado del aceite, como el de otros productos agrarios, es un mercado que se basa en predicciones a futuro, eso significa que los precios se fijan en función de la cosecha que vaya a haber en los próximos meses", añadió Minguell.

Nuevos usos

El sector ha detectado cómo los ciudadanos han adoptado nuevas maneras de consumir aceite de oliva, bien a través de las nuevas freídoras de aire, bien a través de nuevas tipologías de envases, como los esprais, que permiten realizar una mejor administración del producto. "La gente se ha dado cuenta de que el aceite de oliva se consume en pequeñas cantidades, que pueden costar entre 10 y 20 céntimos de euro, y se ha preguntado si realmente vale la pena renunciar a un producto de calidad por ese importe", apostilla Pérez.

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