No tiene ni comparación con todo lo ocurrido más tarde -por entonces nadie pensaba que una pandemia iba a paralizar el mundo-, pero en el año 2019 la economía alicantina ya empezaba a dar síntomas de desaceleración y de cierto agotamiento, con unas facturaciones a las que cada vez les costaba más crecer y unos resultados que muchas firmas no lograban mejorar. Una mala noticia, si se tiene en cuenta que la evolución de ese ejercicio es lo que ha determinado el «riñón» con el que posteriormente las empresas han tenido que hacer frente a las consecuencias del covid-19.

Ésa es, al menos, la principal conclusión que se extrae del análisis del ranking con las cien mayores empresas que ha elaborado la firma valenciana Infocif, la filial del grupo Gedesco especializada en el análisis financiero de empresas, y complementado por este diario. Un ranking que ya de por sí supone todo un reflejo de la anómala situación que ha provocado la pandemia, ya que hasta 20 de esas 100 empresas aparecen todavía con las cifras del ejercicio anterior, porque las cuentas de 2019 aún no están disponibles en el Registro Mercantil, sin duda una situación con pocos precedentes.

La lista recoge las compañías individuales con domicilio en la provincia por volumen de ventas, sin tener en cuenta las cifras consolidadas de los grupos, para facilitar la comparativa.

Teniendo en cuenta estos condicionantes, el conjunto de las cien mayores empresas alicantinas sumó una facturación de 12.206 millones de euros y unos beneficios de 1.516 millones, aunque en este último caso hay que tener en cuenta que casi dos terceras partes de estos resultados se corresponden con las ganancias que arrojó el negocio financiero del Banco Sabadell, que tiene su sede social en la provincia desde el año 2017, cuando decidió trasladarse a Alicante ante la inestabilidad que provocó el desafío independentista en Cataluña.

Si se tienen en cuenta únicamente las cifras de las 80 empresas de las que ya se conocen sus balances oficiales de 2019, lo que se aprecia es que la facturación media de estas firmas creció un 3,65%, la mitad que el año anterior, cuando los ingresos de las mayores empresas de la zona mejoraron más de un 7%. De hecho, en realidad sólo 48 de ellas lograron hacer más caja que el año anterior, mientras que otras 32 (lo que supone el 40%) tuvo que conformarse con una cifra de ventas inferior. El año anterior sólo un 25% de las firmas del ranking había registrado un descenso de ingresos.

Por el lado de los resultados, los beneficios globales de estas 80 empresas se incrementaron más de un 66%, aunque prácticamente todo este aumento se debe a la mejora que experimentaron las cifras del Sabadell, tras el «annus horribilis» que vivió la entidad en 2018 por los problemas de su filial británica, que ahora trata de vender, después de fracasar su intento de fusión con BBVA. Sin la aportación de la entidad financiera, los beneficios del resto de firmas analizadas apenas suben un 1,9%. La buena noticia en este terreno es que tan sólo siete de ellas registraban pérdidas, y la mayoría por problemas propios más que por la situación económica general.

Por lo que respecta al ranking en sí, el Sabadell se mantiene como la mayor empresa de la provincia, con 3.451 millones de facturación únicamente con su negocio financiero. Además, la entidad sitúa su filial de seguros, Bansabadell Mediación, en el puesto número 12 de la lista.

El 40% de las compañías que han presentado cuentas anotan una caída de sus ingresos en el ejercicio de 2019

En el segundo lugar se mantiene la naviera Baleària, a pesar de que las cifras incluidas son las de 2018, ya que aún no están disponibles en el Registro las de 2019. Eso sí, la naviera que preside Adolfo Utor avanzó en un comunicado que su facturación consolidada de ese ejercicio -que no la individual, que es la que se compara- había alcanzado los 452 millones, tras crecer un 19%.

Algo similar ocurre con la tercera posición, que ocupa Neumáticos Soledad. Las cuentas de la principal compañía de la familia Pérez aún no aparecen en el Registro, aunque sí las del grupo consolidado, que alcanzó unas ventas de 336,3 millones de euros.

La cuarta posición se la lleva la cadena de ropa deportiva Sprinter, con más de 281 millones de euros, que tiene su principal centro de distribución en el polígono de Las Atalayas de Alicante.

El podio lo completa Juan Fornés Fornés, SA, la compañía de Pedreguer que opera los supermercados de Masymas en la zona y que anota unas ventas de 269 millones, sin tener en cuenta ni el IVA ni otros ingresos de explotación.

El sector de la distribución alimentaria cuenta con otros significativos representantes en la lista, como la plataforma de distribución que Aldi tiene en San Isidro, que ocupa el séptimo lugar; la matriz de Dialprix -Musgrave-, que se sitúa en el octavo; o Hiperber, que se defiende en la posición 16. Del mismo modo, también aparecen numerosos distribuidores de productos agrarios, como Hermanos Fernández Lopez -otra firma catalana que trasladó su domicilio social a las instalaciones que tenía en Cox-, que suma 250 millones; Quirante Fruits, que anota casi 81; o Bonny, que alcanza los 77 millones con SAT Bonnysa y los 63,8 con Bonnysa Agroalimentaria.

Por su parte, la mayor industria agroalimentaria de la provincia es Almendra Llopis, que ocupa el puesto número 14 de la lista, con 141 millones; seguida por Aceitunas Cazorla (posición número 19 y 129 millones) y Chocolates Valor (posición número 20 y 125 millones).

En la industria del calzado sobresalen las cifras de Pikolinos Internacional, la principal firma del grupo de la familia Perán, con 114 millones, y Panama Jack, con 80 millones. La construcción está representada por CHM, con más de cien millones de ingresos, y Ecisa, que anota 73 millones. Por su parte, la mayor firma de concesionarios es Autos Marcos SA, con 102 millones, aunque, si se tienen en cuenta todas las firmas de Grupo Marcos, la facturación conjunta supera los 400 millones.

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