Centros educativos de Elche han instado al alumnado a llevarse todos los libros a casa durante estas fiestas navideñas, al no tener garantías de volver a clase en enero.

Los equipos directivos de algunos de los colegios e institutos de Elche han trasladado a lo largo de esta semana a los padres de alumnos, la conveniencia de que sus hijos se llevaran todos los libros a casa para el periplo vacacional de la fiestas.

«Nadie sabe qué va a ocurrir después de la Navidad», explicaron a este diario algunos de estos padres, sorprendidos por la comunicación que les había llegado, a través de los grupos de clase o desde la propia dirección de los centros en algunos casos también.

De cualquier forma, la referida misiva tenía dos objetivos. Por un lado, prevenir que, en el peor de los escenarios, la Conselleria de Educación decida antes del 7 de enero que se suspenden las clases temporalmente, siempre a instancias de lo que se determine a su vez desde la Conselleria de Sanidad; y por el otro, que los chavales no dejaran nada en los centros educativos, descuidando, de algún modo, también la realización de trabajos o deberes que se les hubiera encargado.

Consideran más oportuno que los tengan en casa para el caso de que deban utilizarlos.

A los padres se les informaba al respecto porque, además, los profesores son conscientes de que una buena parte de los libros resultan muy pesados y de que los estudiantes necesitarían, en algunos casos, bolsas para poder transportarlos, si es posible, con ayuda de alguna persona mayor.

En numerosas ocasiones, las asociaciones de padres han criticado el excesivo peso de los libros con los que trabajan sus hijos, así como la necesidad de arbitrar soluciones en los centros educativos para que no tengan que cambiar, cada dos por tres, de clases, con unas mochilas que superan con creces cualquier consejo sobre el exceso de carga.