El general de brigada , Arturo Prieto Bozec, nacido en Elche en 1964, ha jurado hoy el cargo como nuevo jefe de la VI Zona de la Guardia Civil, demarcación que corresponde a la Comunidad Valenciana. El acto ha tenido lugar en la Capitanía General de València, con asistencia del secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez; de la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Galero; y de la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo. La designación por el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, a propuesta de la directora General de la Guardia Civil, se produjo el pasado mes de noviembre. Su anterior destino era Almería. Prieto Bozec está casado y es padre de dos hijos, ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza en 1985 y obtuvo el cargo de teniente de la Guardia Civil en 1988. A lo largo de su carrera profesional, Prieto ha prestado servicio en el Grupo Antiterrorista (Grupo de Acción Rápida), Servicio de Información de la Guardia Civil en Vizcaya, Servicio Marítimo de Murcia, Servicio de Informática y Estadística y en el gabinete del director general de la Guardia Civil en Madrid.
Su último destino antes de ascender a general de brigada ha sido la Comandancia de Almería, como máximo responsable también de la Guardia Civil, con una demarcación policial conflictiva debido al gran número de delitos de narcotráfico que persiguen las fuerzas de seguridad del Estado.
El nuevo jefe de la Guardia Civil en la Comunitat Valenciana ha sido distinguido con numerosas condecoraciones civiles y militares, entre las que destacan la cruz, encomienda y placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, así como varias cruces de la Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil (tanto con distintivo rojo como blanco), la Cruz al Mérito Policial, la Medalla al Mérito de Protección Civil en su categoría de bronce y numerosas felicitaciones.
Prieto también dirigió en la Región de Murcia un plan de protección del patrimonio histórico en colaboración con la Consejería de Cultura. De este modo, participó en la resolución del robo de una parte del tesoro de la Catedral de Murcia. Este servicio meritorio de la Guardia Civil tuvo un reconocimiento oficial del Consejo Nacional de Patrimonio celebrado en Córdoba.
