“La transformación digital en la medición de los rendimientos de las redes de agua potable es sin lugar a dudas uno de los hechos que nos han permitido conocer en detalle y en tiempo real la cantidad de agua que consumimos y la que perdemos, y por tanto, aumentar la eficiencia en las redes y aprovechar mucho más el recurso que gestionamos”. Así es como Javier Prieto, director-gerente de la empresa mixta Aigües d’Elx, explica que la transformación digital permite ser más sostenibles en la gestión del ciclo integral del agua. 

Y es que quizá el concepto “rendimiento técnico” es un término desconocido para parte de la sociedad y sin embargo es clave para calcular el nivel de eficiencia que se alcanza en la gestión del ciclo integral del agua. Consiste en calcular la diferencia entre el agua que se suministra a un municipio y la que finalmente es aprovechada por la ciudadanía y el resultado obtenido, y se conoce con el nombre de rendimiento técnico.

“Esta comparación se complica cuando son varios los puntos de inyección y varios miles, decenas de miles, centenares de miles, los puntos de consumo. Pero, además, a un problema sencillo de agregación se añade uno más complejo: el desfase en el tiempo en que se producen, unos y otros, y en los que se miden, o se median de forma manual. Y aquí es donde la transformación digital ha resultado indispensable”, añade Prieto.

Lectura de contador.

El aprovechamiento de cada gota de agua es y ha sido un objetivo primordial para Hidraqua y sus empresas participadas, como es el caso de Aigües d’Elx, formada por dicha empresa y el Ayuntamiento ilicitano. Además de su compromiso con la eficiencia y el medio ambiente, opera en una zona con un alto estrés hídrico, donde cada gota, importa.

Año 2014. Embalse de Amadorio.

 “Partiendo de que un rendimiento del cien por cien es inalcanzable, se trabaja para que sean los más elevados posible. Así, en España, el rendimiento medio se sitúa en torno al setenta y ocho por ciento según informe de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento. Sin embargo, en municipios como Benidorm, donde Prieto ocupó el cargo de gerente antes de su cargo actual, se ha conseguido alcanzar la cifra de noventa y siete por ciento, una cifra sumamente representativa a nivel nacional e incluso europeo. “En Elx, por ejemplo, con una edificación mucho más extensiva y más de 1.200 kilómetros de tuberías, se ha conseguido mejorar quince puntos porcentuales el rendimiento técnico en los últimos veinte años, pasando de un setenta a un ochenta y cinco por ciento en la actualidad”, añade Prieto.

Principalmente son dos los motivos que llevan a que se produzcan pérdidas en la red de agua potable, el primero de ellos está asociado a las fugas que se localizan en las redes de distribución: “De ahí la importancia de controlar en tiempo real el estado de las redes, de tal forma que seamos capaces de conocer la zona donde se están produciendo las pérdidas” y, una segunda causa vinculada a los fraudes, para lo cual se llevan a cabo campañas específicas.

Sistema de búsqueda de fugas.

 “Hace unos años sabíamos la cantidad de agua que entraba en la red, pero no sabíamos lo que realmente se había consumido hasta que no procedíamos a la lectura trimestral de los contadores. Es entonces cuando empezábamos a tener datos sobre la eficiencia de la redes. Era en ese momento cuando se ponían en marcha las campañas de búsqueda de fugas, que a día de hoy se realizan en continuo. Además, estas campañas se realizaban sobre todo el municipio, ya que no disponíamos de datos por zonas”.

Los primeros pasos en la digitalización de los datos de rendimiento, consistieron en dividir los sistemas de distribución en sectores hidráulicos, colocando a la entrada de cada una de las zonas un contador de control, cuyos consumos podían ser comparados con los de los abonados del sector.

Esta distribución por sectores, o sectorización como se conoce a nivel técnico, también permitía conocer el rendimiento de la red al comparar el contador general con la suma de los contadores de control de los sectores. De esta manera se empezaron a dirigir las campañas de búsqueda de fugas a aquellos sectores con los rendimientos más bajos. “Esto supuso una fuerte inversión en la instalación de equipos, acompañada de un mayor despliegue de operaciones”.

Sin embargo, estos contadores se seguían leyendo de forma manual y anotando sus lecturas en plantillas que después se pasaban a hojas de cálculo para conocer consumos, sus evoluciones y comparaciones. Todo ello iba aparejado de muchas horas de trabajo. “También realizábamos lecturas en varios momentos del día. Esto se debe a que por la noche, el consumo nocturno debía ser mínimo y, si no era así, nos alertaba de posibles fugas que esa zona”.

La telelectura de los contadores tanto de clientes como de sectores y la disposición de herramientas que analicen automáticamente estos miles de datos diarios, gestión del Big Data, ha resultado crucial para obtener información prácticamente en tiempo real y saber en un periódico muy corto de tiempo dónde la red es menos eficiente y, por supuesto reducir los tiempos de respuesta. Además, la digitalización de las herramientas de búsqueda de fugas ha facilitado también que las reparaciones se realicen en un plazo muy corto.

Centro operativo Dinapsis desde donde se realiza una gestión centralizada y en tiempo real de la red.

 “En los últimos años estamos realizando una fuerte apuesta por la telelectura de los contadores en las viviendas de los clientes. Además de las ventajas que le aporta directamente al usuario conocer su consumo de agua en tiempo real, nos permite cerrar el círculo a nivel gestión. Es decir, conocer prácticamente al instante la diferencia entre el agua que entra en la ciudad y la que llega a los grifos”.

“Procesar al instante y en continuo la información y dirigir con casi total exactitud al equipo de búsqueda de fugas a su localización que permita su reparación con una mínima demora, se traduce en una drástica reducción de los volúmenes de agua perdidos, es decir, al logro de aumentar el rendimiento y, con ello, la reducción, en general, de la demanda de agua. La transformación digital en la medición de rendimientos nos ofrece información, y es gracias a ella a la que podemos conseguir la excelencia en la gestión del ciclo integral del agua”, concluye Prieto.