Rotunda oposición al recorte del trasvase Tajo-Segura que llevará a cabo el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, lo que supondría la llegada de entre un 40% y un 60% menos de caudales al sur de la Comunidad Valenciana. Cerca de tres cuartas partes de los encuestados en las tres provincias desaprueban la decisión del Gobierno de racionalizar e ir limitando progresivamente los hectómetros cúbicos del agua que envía el Tajo al Segura entre 2022 y 2027 escudándose en el cambio climático. En concreto, el 72,5% de los entrevistados lo rechaza. Así se refleja en la encuesta de Invest Group para los diarios de Prensa Ibérica en la Comunidad Valenciana: INFORMACIÓN, Levante-EMV y Mediterráneo de Castellón.
Más contundente, aún si cabe, es la opinión que los encuestados que dijeron conocer la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de recortar la infraestructura tienen sobre la posición que ha mantenido el Consell ante el Ejecutivo central. Un 76,4% considera que la Generalitat, con el socialista Ximo Puig al frente, ha mantenido una actitud de debilidad ante Sánchez y la ministra Teresa Ribera. De poco le ha servido al presidente de la Generalitat repetir hasta la saciedad que el trasvase «es irrenunciable» y que el Consell ha acudido 38 veces a los tribunales para defenderlo, ya que los ciudadanos consideran que ante quien debía tener una posición firme no lo ha hecho. Poco más del 22% son los que opinan que su postura ha sido firme en este asunto y el 1% que es muy firme.
Los encuestados en Castellón son los más críticos con el modo en el que el Consell ha gestionado la defensa de los intereses de los regantes frente al Gobierno central. En València y en Alicante, provincia esta última a la que afecta el recorte del trasvase, el porcentaje de quienes rechazan la postura «débil» del Consell es similar, con un 74% de personas que preferirían que fuera más contundente en la defensa del mantenimiento de los caudales de agua actuales.
Ahora bien, los encuestados lo que más censuran es la propia decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de ir recortando progresivamente el agua que reciben los regantes. Solo un 10,8% de los entrevistados aprueba la decisión del departamento de Teresa Ribera y es un porcentaje que se repite en las tres provincias de la Comunidad.
La batalla política que se ha generado desde que se conocieron las intenciones del Gobierno de reducir caudales del Tajo al Segura y sustituirlos por la desalación y la reutilización de agua, que se ha trasladado al plano mediático, no ha bastado para que más de tres cuartas partes de los entrevistados en la Comunidad Valenciana aseguren desconocer que se vaya a recortar el volumen del trasvase. Un 77,5% dice no saber nada de este asunto.
Lo más destacado es que, entre los encuestados alicantinos a los que les afectará de primera mano el recorte, aún con serias dudas sobre sus consecuencias, casi un 75% mostraron su total desconocimiento ante la medida del Ejecutivo central. Porcentaje que es superior en la provincia más alejada de la infraestructura, la de Castellón, donde solo el 13% reconoce tener conocimiento del recorte al trasvase. En València, casi el 74% de encuestados tampoco han seguido este asunto.
Los jóvenes, los menos interesados
Los jóvenes son los que más desconocimiento muestran ante el recorte del trasvase Tajo-Segura. Solo un 19% de los menores de 25 años conoce la decisión del Gobierno. Quienes tienen entre 50 y 64 años, por contra, son los más conscientes de esta situación. Eso sí, los encuestados menores de 25 años que sí han tenido información de la medida son los más críticos con la postura que está manteniendo el Consell frente al Ejecutivo de Pedro Sánchez, hasta el punto de que un 85% califica de débil o muy débil la defensa que está haciendo el Botànic del trasvase. Esta opinión también es muy mayoritaria entre los menores de 35 años. Finalmente, quienes más censuran la medida son los encuestados que se sitúan por encima de los 65 años; casi un 92% la rechaza.
