Llevar una alimentación adecuada es uno de los pilares básicos para el pleno bienestar. Nuestro organismo necesita una serie de elementos que, de no proporcionárselos, generarán en la persona una serie de efectos negativos tanto físicos como psíquicos. Desde mal humor a irascibilidad, pasando por caída del cabello o el insomnio. El cansancio es otro de los principales perjuicios que puede producir el no comer como dios manda.

Para combatir este agotamiento que no te permite acometer las labores del día a día con la frescura que te gustaría, es importante cambiar de hábitos. Dormir de más es igual de malo que dormir poco, así que aunque sientas fatiga, no deberías pasar en la cama más tiempo de la cuenta. No hacer deporte a la larga acaba debilitándole a uno más que sí hacerlo, así que anímate a ejercitarte, haz más actividad física habitualmente. E, importante, come equilibradamente y en proporciones recomendables. Verás cómo tu cuerpo lo agradece.

Por supuesto, hay comidas que aportan más energía que otras. Aquellos comestibles ricos en hidratos de carbono y grasas serán los que nos den un aporte de vitalidad mayor. El listado que sigue a estas líneas lo componen cinco alimentos que te serán de gran ayuda para sentirte menos fatigado.1. Frutos secos

Estos pequeños frutos y semillas tiene que acompañarte sí o sí si tienes por delante una caminata por el monte o cualquier otra actividad que conlleve un largo esfuerzo, porque ocupan poco espacio y no pesan apenas, y se pueden llevar en la mochila o incluso en los bolsillos.

Los frutos secos, por la gran cantidad de vitaminas y minerales que poseen, son el alimento energizante por antonomasia. Además, sacian mucho el hambre. Pero es mejor que se consuman en esas ocasiones en los que se esté realizando esfuerzo y el cuerpo consuma recursos, porque tienen un aspecto negativo: contienen abundantes grasas. Un consejo: no abuses de ellos y elige aquellos que vienen sin sal.

2. Las espinacas

Bueno, las espinacas y, en realidad, todos aquellas verduras de hoja verde. Se encuentran entre ellas verduras tan denostadas por los niños como las acelgas, la lechuga, la rúcula o las coles. También la coliflor o el brócoli. Pero destaca la espinaca porque es de todas la que más hierro tiene.

Los dietistas los consideran básicos e imprescindibles en la dieta diaria, porque contribuyen al cuerpo con innumerables vitaminas y minerales a cambio de un aporte súper bajo de calorías. Vamos, que más sanos no pueden ser.

3. La carne magra

La carne magra denota a aquella que contiene a menor cantidad de grasa. La carne magra de vacuno, cerdo, pollo o pavo aporta una gran cantidad de energía al ser rica en proteína. Sobre todo contienen tirosina, que es la molécula de aminoácido que favorece la concentración y la sensación de estar con los sentidos alerta.

4. Las legumbres

4. Las legumbresAnda que no está bueno un buen cocido de lentejas, alubias o garbanzos, ¿verdad? Las legumbres pertenecen, al igual que el arroz, los cereales o la pasta, al grupo de los alimentos que proporcionan hidratos de carbono de absorción lenta. Es decir, que el cuerpo irá tirando de ellos a medida que lo vaya necesitando.

Los carbohidratos deberían representar entre el 50 y el 60 % de nuestro consumo diario de alimentos, pero sobre todo en aquellas horas del día en que todavía tengamos actividades por delante que realizar. Por la noche, pon atención. Si has entrenado o hecho deporte intenso, los hidratos de carbono contribuirán a que recuperes energía. Si no lo has hecho, es mejor consumirlos con moderación, porque si te acuestas al poco tiempo de cenar el cuerpo no necesitará esa energía y se convertirá en un excedente.

5. Los cítricos

Los cítricos como la naranja, las mandarinas o los pomelos aportan una dosis tan grande de energía gracias a la vitamina C que contienen en proporciones altas, que incluso los especialistas recomiendan comerlas en el desayuno, pero no por la tarde porque podrían producir insomnio.

La vitamina C ayuda al cuerpo a formar aminoácidos, que son los estabilizadores de energía del cuerpo. Además, los cítricos contienen fibra, potasio, sustancias antioxidantes y ayudan a absorber el hierro, así que si los incluyes en la dieta, potenciarán el aporte de las legumbres y verduras que hemos mencionado previamente.