Cada vez más nos encontramos en un ambiente con mayor cantidad de factores oxidantes: La contaminación ambiental, los pesticidas, el tabaco, el exceso de radiación UV, sustancias químicas, o el estrés crónico, entre otros.

Una dieta equilibrada que incluya alimentos de todos los grupos, alta en frutas y verduras, alimentos integrales, legumbres, pescado azul y frutos secos, y baja en azúcares, grasas saturadas y alimentos procesados, será la clave combinada con una vida activa y ejercicio físico para conseguir una alimentación antioxidante. Pero además, debes de conocer cuáles son los 10 alimentos más antioxidantes que deben estar presentes en la dieta semanal:

1. Brócoli

Alimento antioxidante "estrella" gracias a sus compuestos azufrados, destacando el sulforanano, la vitamina C, los glucosinolatos, los isotiocianatos e índoles. "Consumir brócoli dos veces por semana se ha asociado con un menor riesgo de enfermedad coronaria, algunos tipos de cánceres y diabetes, también en la mejora cognitiva tanto de la memoria como del aprendizaje, y como protector ocular. Para disfrutar al máximo de sus beneficios es preferible tomarlo crudo o al vapor cocinado durante poco tiempo, sino puede perder gran parte de sus compuestos", subraya.

2. Tomate

Es un buen antioxidante gracias al licopeno, compuesto que le confiere el color rojo. Tomar un tomate triturado al día se asocia con una disminución de la acumulación de lípidos en sangre, una reducción de los niveles de colesterol y con prevención frente a algunos cánceres como el de próstata o posiblemente el de mama. Además, esta ración diaria de tomate cumple casi el 20% de las recomendaciones diarias de vitamina C y casi el 50% de vitamina A. Para un mayor aprovechamiento debe tomarse triturado, de esta forma el licopeno será más biodisponible por el organismo.

3. Chocolate negro

Consumir diariamente 15-20 gramos de chocolate negro de una pureza mayor al 80% y sin azúcares añadidos preferiblemente es una manera fácil y sabrosa de tomar una ración de antioxidantes. Compuestos flavonoides como la epicatequina se asocian a una posible reducción de pérdidas de la memoria, antiinflamatorio y probable preventivo de enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial.

4. Frutos rojos

Los arándanos, las frambuesas, o las moras, por ejemplo, son alimentos que no deben faltar para saciarnos el hambre entre horas, convirtiéndose en un snack saludable repleto de compuestos antioxidantes.

Gracias a su alto contenido de antioxidantes que les dan el color rojizo y morado como las chalconas, flavonas y antocinaninas, vitamina C, fibra y minerales son ideales como protector cardiovascular y frente a la hipertensión arterial de forma notoria tomando un puñado al día, además de proteger frente a infecciones como la cistitis.

5. Las legumbres

Este grupo de alimentos debería incorporarse en nuestra dieta en torno a 2 o 3 veces por semana, según las recomendaciones de dieta mediterránea. Su alto contenido en fibra, hierro, o potasio ha demostrado contribuir a reducir el colesterol, la presión arterial y mejorar la salud cardíaca, además de ser ideales en dietas de adelgazamiento para controlar el peso.

Existen multitud de maneras de tomarlas, sin olvidarnos de las recetas frías para esta temporada del año. Además, los componentes antinutrientes que contiene que pueden limitar la absorción de algunos minerales desaparecen cuando las cocinamos.

6. Canela

Rica en diferentes polifenoles entre los que cabe mencionar a las procianidinas, los taninos, la cumarina, o el ácido cinámico, entre otros. Estudios avalan que tomar un gramo de canela al día, preferentemente en rama que es su forma más natural, se asocia a mejorías en la sensibilidad a la insulina y de reducción de colesterol y triglicéridos sanguíneos. Puede ser la sustituta ideal para dar un toque dulce a algunos alimentos como el café o una taza de té, e incluso adicionarse en frutas como a la manzana.

7. Aceite de oliva virgen

Es un componente imprescindible en nuestra dieta diaria en raciones de dos cucharadas soperas en crudo. A menudo es considerado como el 'líquido de oro' por sus compuestos como el hidroxitirosol y la vitamina E, altamente antioxidantes, habiendo encontrado beneficios frente a multitud de enfermedades crónicas. Es capaz de reducir radicales libres oxidantes a razón de diez veces más que el té verde y dos veces por encima de la coenzima Q10.

8. El ajo y el ajo negro

Componentes como la alina, quercetina y otra gran multitud de antioxidantes que contiene, le convierten en excelente antiinflamatorio, hipolipemiante y capaz de reducir el colesterol hasta un 10-15% si se consumen 4 dientes de ajo crudos al día junto a una dieta saludable.

Para ser más efectivo debemos consumirlo en crudo, machacado o cortado para activar sus componentes. Además el consumo de 2 gramos de ajo crudo al día se ha relacionado con la posible mejora de los marcadores óseos y la disminución del riesgo de osteoporosis.

Ahora se está dando a conocer una variedad del ajo con un tratamiento especial, el ajo negro, otro alimento excelente antioxidante con un toque más dulce y beneficios potenciados frente al cáncer, como antiséptico, frente a la diabetes y a la hipercolesterolemia, entre otros múltiples efectos.

9. Los frutos secos

Consumir un puñadito diario de frutos secos, equivalente a unos 30 gramos, nos conferirá grandes beneficios, además de no estar asociados a un aumento de peso en esas cantidades. 3-4 nueces, 10-12 almendras o 10-12 avellanas entre horas o añadidas a las comidas, además de ser altamente saciantes, serán una buena fuente de fibra, potasio, omega 3, omega 6 y antioxidantes como la quercetina.

Indispensables para cuidar la salud del corazón, mejorar la circulación sanguínea y regular el colesterol; incluso se ha visto que pueden reducir el riesgo de mortalidad prematura notablemente. Para ello debemos elegir la versión natural, sin sal añadida, ni fritos.

10. Uvas

Los antioxidantes se encuentran principalmente en las uvas rojas, de ahí que el vino tinto sea más antioxidante que el vino blanco. Compuestos como el resveratrol, estilbenos y otros flavonoides, son los causantes de estos beneficios. El resveratrol en menores cantidades se encuentra en otros alimentos como la granada, bayas, arándanos o moras, entre otros.

Las uvas consumidas de manera habitual, al igual que el vino (siempre que se consuma en raciones moderadas de no más de una copa al día en mujeres y 2 en hombres) podrían ayudar a reducir el estrés oxidativo, retardar el envejecimiento celular, e incluso disminuir la incidencia de enfermedades degenerativas, el colesterol y el pico de glucosa tras las comidas. Aún así, no todos los beneficios se han demostrado en cantidades naturales por lo que se necesitan más estudios que corroboren los resultados.