Con las altas temperaturas una de las cosas que más apetecen son bebidas frías, pero conservarlas de este modo se hace difícil la mayoría de las veces. No te queda otra: beber las botellas o las latas a punto de ebullición o enfrentarte a una larga espera si deseas enfriarlo en el congelador.

No obstante, te presentamos tres trucos para acelerar el proceso de enfriamiento de las bebidas. Olvídate de las esperas y ten listos los refrescos en cuestión de minutos, e incluso segundos.

Hielo, agua y sal

Este es, sin duda, el mejor truco para enfriar un refresco. Basta con colocar la bebida en un recipiente o bol con agua, echar una cucharada sopera de sal, muchos cubitos y remover. En sólo dos minutos lograrás bajar su temperatura ambiente en más de 15ºC.

Esto se debe al proceso termodinámico que se desata en el bol. La mezcla de la sal y el agua produce una reacción que absorbe el calor de la lata de tal forma que el frío de los hielos pasará más rápido al recipiente que está a temperatura ambiente.

No te dejes llevar por la tentación intentando enfriar muchas latas o botellas de golpe, ya que cuantas menos bebidas haya nadando entre los hielos, más rápido se enfriarán.Papel de cocina

Si acabas de comprar la bebida y no quieres esperar mucho, el papel de cocina es tu mejor aliado pues tiene un poder de absorción increíble. Eso sí, no es tan veloz como el anterior, pero aporta una ventaja interesante: permite enfriar más unidades a la vez.

Empapa ligeramente el papel con un poco de agua del grifo, envuelve la lata o la botella con ello e introdúcelo en el congelador. Tras 15 minutos, el papel se habrá congelado, transmitiendo ese frío a la bebida. Desde luego, este truco es mucho más rápido que si metemos la bebida por si sola.

También puedes utilizar echar en el papel mojado una pizca de sal para que proceso de enfriamiento sea más rápido.Hielo seco y un paño de cocina

¿Sabías que el hielo seco, además de para eliminar verrugas, sirve para enfriar bebidas? No es el truco más cómodo que existe, pero presenta resultados excepcionales y es terriblemente fácil.

Cubre con un paño de cocina ligeramente húmedo el hielo seco y coloca la bebida encima hasta que el calor acabe con él. Es muy importante que no toques el hielo seco con la mano ya que puede ocasionar quemaduras por frío, por ello también es preferible que se utilicen guantes.