Las croquetas son uno de los platos favoritos de grandes y pequeños, pero consumirlas muy a menudo no es nada bueno ya que cada bocado está lleno de calorías.

A continuación, descubrimos cuatro formas de hacer las croquetas mucho más sanas para que puedas incluirlas en tu dieta más a menudo o al menos puedas pecar con menos remordimientos:

Rebozado más ligero

Para conseguir un producto más sano, sustituye el pan rallado que usas siempre por uno casero hecho con pan integral, de centeno o cereales.

Usa aceite de oliva

Otro gesto sencillo para conseguir unas croquetas menos procesadas es el de sustituir la mantequilla de la bechamel por aceite de oliva.

Hacerlas con leche desnatada

Leche desnatada

Resta calorías a las croquetas usando leche desnatada o vegetal para hacer la bechamel. Si al cocinarla te queda poco consistente, trata de espesarla con un poco de harina integral.

Cocínalas al horno

Olvídate de freír las croquetas en una gran cantidad de aceite. La mejor opción es prepararlas al horno. A mitad de la cocción recuerda darle la vuelta para conseguir que se doren por ambas partes.