Sin mucho margen para la autocomplacencia, y menos para la euforia, el delantero uruguayo del Hércules Rodrigo Pastorini saborea aún su dulce estreno en el Rico Pérez como autor del precioso gol de la victoria (1-0) que anima al vestuario y el entorno a seguir luchando por la Liga Pro. «Más contento, imposible», destacó ayer el exjugador de Nacional de Montevideo, «aunque lo más importante fueron los tres puntos, que le quitan un peso de encima al vestuario». Sereno y muy centrado, pese a los problemas burocráticos con el pasaporte que han impedido a su familia reunirse con él en Alicante, Pastorini aseguró que la plantilla no hace cuentas sobre si necesitará ganar cuatro o cinco partidos de los seis que quedan para cumplir el objetivo «porque especular con la cantidad necesaria de puntos es difícil y tenemos que ir partido a partido».
El extremo uruguayo, que dio la victoria al Hércules con un magnífico derechazo a pase de Manu Garrido en el minuto 53, reconoció que el equipo blanquiazul se sintió liberado con este triunfo después de cuatro derrotas consecutivas. «Era muy importante ganar y no importaba la manera, sino el resultado», indicó. «El ánimo cambia con las victorias y no podemos descuidarnos, ni dejar de seguir intentándolo con el mismo nivel de intensidad y concentración», agregó el atacante charrúa, feliz también por haber puesto fin a su sequia goleadora individual, puesto que no marcaba desde noviembre del año pasado.
A la vista del pobre bagaje goleador del elenco de delanteros del Hércules -ningún jugador supera las dos dianas en los 20 partidos disputados este curso-, Pastorini reconoció que le motiva también la posibilidad de aspirar a convertirse en máximo artillero blanquiazul en estos ocho partidos de la segunda fase por los que se ha comprometido de momento con el club.
En todo caso, reconoce que tras sus dos primeros partidos en la Segunda B española -fue titular el sábado y jugó los últimos minutos de la derrota en Lleida (1-0)- ha visto un nivel competitivo «alto» en la categoría de bronce, «en la que todos los equipos están preparados para la lucha y nosotros también». Al mismo tiempo, resaltó que la competitividad es «muy grande» en el seno del vestuario blanquiazul, donde negó que exista miedo al fracaso ante el vértigo de un hipotético descenso a la cuarta categoría del fútbol español. «Vamos a intentar sacar adelante la Liga Pro y no contemplamos otra alternativa», anunció.
Y ese compromiso comienza el próximo domingo (19.30) en el difícil campo del líder Cornellà, en cuyo maltrecho y gastado césped artificial cayó el también líder de Primera División, el Atlético de Madrid, en la primera eliminatoria de la Copa del Rey que jugó el equipo de Simeone en enero pasado. «He visto vídeos del campo y del rival y será complicado, pero no es ninguna excusa, como tampoco lo son nuestras bajas», en alusión a los sancionados para ese partido Appin y Moyita.
Aún pendiente de que su familia pueda volar hasta Alicante
El delantero uruguayo Rodrigo Pastorini, fichado de emergencia para los ocho partidos de la segunda fase tras la grave lesión del Toro Acuña, confía en resolver en las próximas horas con la embajada española en su país los trámites para que su mujer y su hijo puedan volar desde Montevideo y reunirse con él en Alicante. Las restricciones en el espacio aéreo a raíz de la pandemia han dificultado el reencuentro de la familia Pastorini desde la llegada del delantero al Hércules, pese a que ya había comprado el vuelo de ida y vuelta para su mujer e hijo.
