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«Es peligroso tener que ganar fuera lo que perdemos en casa»

Sergio Mora apela al trabajo semanal para lograr la regularidad que falta: «Los sistemas los hacen buenos y malos los jugadores, su eficacia depende de cómo se interpreten» u «¿Dudas en la portería? Ninguna», dice el técnico del Hércules

Sergio Mora y Pepe de la Sagra, uno de sus ayuda tes, en un entrenamiento reciente. jose navarro

Sergio Mora tensa el gesto. Accede a la sala de prensa con celeridad y se acomoda ágil en su asiento. Espera paciente a que todo, las cámaras, las grabadoras con forma de teléfono, los micrófonos y quienes los portan estén listos para empezar. Su rictus siempre denota preocupación, también en los buenos momentos. El Hércules no arranca, da síntomas de querer hacerlo, pero rápidamente se para, en seco las últimas dos veces.

El mismo sistema que vale para golear, sirve para ser goleado... y eso tiene que cambiar por el bien del segundo proyecto de Carmelo del Pozo en la capital. Las respuestas, cada vez son más parcas, casi obedecen a un esquema prefabricado. Saturan las inquietudes tendenciosas de quienes interrogan sobre los defectos del equipo, tal vez cuando varíe la dinámica, desaparezcan los silencios incómodos y las preguntas maliciosas.

Sin regularidad, mal. «Ha sido otra semana complicada, pero no queda más que levantarse. El equipo ha trabajado bien y tiene ganas de reivindicarse porque sabe que no hizo un buen partido frente al Levante B. Obligarnos a ganar fuera lo que perdemos en nuestro campo es una dinámica muy peligrosa y no la queremos. Si tienes que depender de sacar siempre resultados buenos a domicilio, a la larga, no lo vas a conseguir. Los partidos de casa son fundamentales. Necesitamos ser regulares, pero no adelantamos nada hablando de lo que ya no tiene solución, hay que centrarse en el domingo y en lo que debemos hacer para sacar un resultado positivo», expone Sergio Mora.

¿Táctica correcta? «Los sistemas los hacen buenos o malos los futbolistas en el partido. Su eficacia depende de cómo se interprete. Nuestros problemas van más allá de un sistema u otro. Con el sistema que sea, lo cierto es que el equipo tiene que dar un paso adelante. Debemos manejar varias opciones y en eso estamos trabajando», confiesa el preparador madrileño.

Las derrotas de Alzira y la última contra el Atlético Levante son diferentes. Quizá, cuando el equipo se pone con el marcador en contra, quiere empatar de inmediato, hacerlo demasiado pronto y eso nos lleva a incurrir en errores y en fallos que nos perjudican. Y aunque las causas de las derrotas son distintas, sí que hay errores que se repiten», desgrana el entrenador del Hércules

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Cambio de estructura. Mora parece dispuesto a introducir modificaciones en su alineación, pero no da pistas, aunque asegura tener muy claros los cambios. ¿En la portería? «No tengo duda en la portería», responde sin agregar nada más. ¿Fuera de ella? «Sí, puede que haya cambios». O sea, interpretando, siempre entre líneas, Jesús Fernández y 10 más... Mañana se verá.

«Espero la mejor versión del equipo, pero es algo que espero siempre, desde el principio. Luego los partidos se desarrollan por caminos diferentes. Confío en mis jugadores y en lo que pueden dar porque les veo entrenar cada semana, su grado de implicación y trataremos de poner todo de nuestra parte para que también se vea durante los partidos», desea el entrenador blanquiazul, convencido de que la anhelada regularidad es factible siempre que todo el mundo interprete bien lo que tiene que hacer sobre el campo cuando arranca el partido.

Reunión con el jefe. Aunque el técnico madrileño resta trascendencia a la reunión de media hora que tuvieron con él Enrique Ortiz y Carmelo del Pozo el lunes, a puerta cerrada, mientras fuera el equipo estaba entrenando, Sergio Mora percibe que tiene el respaldo de sus «superiores». «Enrique viene muchos entrenamientos, a casi todos y hablamos normalmente siempre, de todo. Noto su apoyo desde que llegué, eso no ha cambiado», arguye el preparador blanquiazul.

Del encuentro que mantuvo con sus dos interlocutores, lejos de los focos, lejos de los futbolistas, de sus ayudantes, en un aparte bajo techo en plena sesión de trabajo del grupo solo se deduce una cosa: la preocupación crece y la necesidad de encontrar soluciones entre los tres es acuciante.

Mora se dejó la mejor respuesta para el final. Preguntado por su adversario mañana, El Ejido, fue tajante: «No creo que esté en disposición de hablar sobre los rivales, eso le toca a otras personas».

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