Badalona Futur 1-2 Hércules

Torrecilla: "Vamos a llenar el Rico Pérez y a dar el pasito que falta"

El entrenador del Hércules vuelve a destacar la fortaleza de su vestuario tras un triunfo "dificilísimo" en Vic en el que "hemos sabido sufrir"

El técnico ensalza el acierto de Mendes, la seguridad de Abad y "el respaldo increíble de nuestra afición, parecía que jugábamos en casa"

Rubén Torrecilla festeja el tanto de Marcos Mendes en el Hipòlit Planàs de Vic ante el Badalona Futur.

Rubén Torrecilla festeja el tanto de Marcos Mendes en el Hipòlit Planàs de Vic ante el Badalona Futur. / Paco Largo / LOF

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Mirada alegre, jovial, de alivio tras el pitido final, pero voz contenida porque "todavía no hemos conseguido nada". Rubén Torrecilla festejó el tanto de Marcos Mendes con rabia, con el puño cerrado, asistiendo feliz al desenlace amable de una de sus decisiones más controvertidas, la de dejar al pichichi, que ahora suma 13 goles, en el banquillo de inicio pese a su idilio indisimulado con el gol.

"Del partido de hoy me quedo con dos cosas, la fortaleza de este grupo, y su amor propio, y el gol de Marcos Mendes, que escenifica justo eso, como todo el mundo, los que juegan y los que no, mueren por este club, por este escudo, por esta camiseta", explicó el preparador blanquiazul justo después de dar el penúltimo paso hacia el ascenso directo.

"Hemos hecho un esfuerzo muy grande contra un equipo muy bueno. Se dudó de esta plantilla en algún momento, por eso se merecen todo lo bueno que están consiguiendo ahora. Muchos dejaron de creer, pero nosotros no y esa es la fortaleza de este grupo. Nos ha costado mucho llegar hasta aquí, pero hemos sabido sufrir y aprovechar nuestro momento", subrayó el cacereño mientras sus futbolistas lo festejaban a lo grande en el vestuario.

"El plan ha vuelto a salir bien. Hemos sufrido en la primera mitad a pesar de alentarnos porque nos enfrentamos a un gran rival que se lo pone muy difícil a cualquiera en su campo. Pero en la segunda hemos tenido más controlado el partido y, gracias a eso, la flor de Mendes, que marca cada vez que entra en el campo, nos ha valido para rematar un gran trabajo colectivo", valoró Torrecilla.

Contener la euforia

El festejo sobre el caucho del Hipòlit Planàs fue incontenible, las fuerzas de seguridad no pudieron evitar la invasión jubilosa de la hinchada herculana para celebrar la victoria con su equipo. Pero el entrenador extremeño es consciente de que aún falta culminar el viaje de regreso a la tercera categoría nacional. "Aún no hemos hecho nada. Pero es inevitable que estemos felices porque hemos hecho algo muy grande. Hemos ganado cinco partidos seguidos en una liga en la que te enfrentas a contextos muy especiales y dispares cada semana, así que es normal que la gente lo festeje", indicó.

"Lo tenemos en nuestra mano. A pesar de las dudas que se crearon en torno a nosotros, dependemos de nosotros mismos y plantearemos la última jornada como todas las anteriores, pensando que únicamente nos vale ganar para ser campeones", advirtió Torrecilla. "Vamos a llenar el Rico Pérez y, con el empuje de nuestra gente, estoy seguro de que lo vamos a lograr, pero aún nos queda trabajo", insistió.

"Igual a alguien le sorprende que estemos ahora en la situación que estamos habiendo pasado por todo lo que hemos pasado. Pero esa es la clave del éxito. Haber permanecido unidos en los malos momentos sin dejar de creer en nuestro esfuerzo y en nuestro trabajo. Este vestuario se comporta como una familia y el trabajo, a lo largo de todas las semanas, espectacular", volvió a reiterar el entrenador del Hércules.

El respaldo de cerca de 600 herculanos desde la grada del campo del Badalona Futur no sorprendió al técnico blanquiazul. "Estamos acostumbrados a no jugar nunca solos. Ni siquiera en este desplazamiento, con amenaza de lluvia, con la distancia que había, los precios de las entradas, nuestra gente se ha echado para atrás. Ha habido muchos momentos en los que parecía que hoy, aquí (en Vic), estábamos jugando en casa. Ojalá el domingo llenemos el Rico Pérez y volvamos celebrar otra fiesta", deseó Torrecilla, satisfecho y exultante... sin que se le note a simple vista, por dentro, conteniendo la euforia, reivindicando su papel, pero, sobre todo, "el esfuerzo de los muchachos".