La provincia de Alicante está llena de sorpresas. Aunque lo más conocido son sus espectaculares playas, lo cierto es que adentrarse un poco hacia el interior ofrece la oportunidad de descubrir rincones espectaculares y mucho menos conocidos. Uno de estos lugares es la Rambla de Puça, en Petrer.

Recorrer este sendero es una fiesta para los sentidos. Y es que tiene un poco de todo. Río, cascadas, molinos, vegetación y hasta una cueva. Todo ello en un ambiente tranquilo y en plena naturaleza.

Esta ruta es muy sencilla y apta para todos, desde niños hasta mayores. Te contamos todo lo que necesitas saber para difrutar al máximo de este paraje del interior de Alicante.

Ruta por la Rambla de Puça, en Petrer

La ruta tiene aproximadamente unos 8 kilómetros (ida y vuelta). El tiempo previsto para su recorrido es de una hora para la ida y otra para la vuelta, aunque todo depende del ritmo y de las paradas que vayas realizando durante el camino. El sendero no cuenta con grandes pendientes y es fácil de realizar, por lo que es perfecto para hacer en familia.

Así es la ruta por la Rambla de Puça

La ruta de la Rambla de Puça es un espléndido recorrido que discurre a lo largo del cauce de la rambla. El camino comienza en L’Algoleja, donde la rambla se transforma en una vereda que nos guía a través de "las cuevas del río", muchas de ellas habitadas y que mantienen una temperatura constante a lo largo del año. Este inicio enigmático es solo un preludio de lo que está por venir.

Poco después de comenzar el paseo, nos encontramos con el primer molino, el de L’Assut, una antigua vaquería que ahora sirve como un recordatorio del pasado agrícola de la región. Avanzando, se descubre la Canal de Ferro, un acueducto de estilo modernista, seguido por el Molí de Mahoma y más adelante, el Molí del Pinxe. Sin alejarnos del curso de la rambla, encontramos La Calera, un lugar histórico donde se producía cal.

El recorrido discurre junto a una acequia que transportaba agua de un molino a otro. Cruzando un camino asfaltado que conduce a El Figueralet, el sendero se ensancha y conduce hasta otro molino, El Turco. Cerca de este punto, un gran arco natural creado por la erosión domina el paisaje, bajo el cual se encuentra un manantial de agua fría y un charco habitado ocasionalmente por ranas o renacuajos. Es el lugar ideal para hacer un alto en el camino, descansar y refrescarte.

Rambla de Puça, en Petrer. ÁXEL ÁLVAREZ

Tras el descanso y continuando con la exploración, nos toparemos con el molino de La Pólvora, donde antiguamente se procesaba azufre. Y después llegaremos al punto más esperado de la ruta: los restos de un antiguo polvorín y una impresionante cascada de más de 15 metros de altura, conocida como El Salt, que son testimonios del uso industrial que tuvo este lugar.

El camino sigue ascendiendo hasta el Molí de Ponça, integrado perfectamente en el entorno, y finalmente lleva al último molino, Molí Ganxo, más conocido como Molí la Reixa, ahora transformado en un mesón-restaurante.

Uno de los puntos más bonitos y refrescantes de la rambla de Puça, en Petrer. Áxel Álvarez

Cómo llegar a la Rambla de Puça

Para llegar hasta este paraje desde Alicante inicia el trayecto en la Autovía A-31 en dirección a Madrid. Después, toma la salida hacia Petrer/Elda desde la A-31.Sigue las señalizaciones hacia Petrer y, una vez en el pueblo, dirígete hacia la zona conocida como L’Algoleja, que es un buen punto de partida para explorar la Rambla de Puça.

Consejos para hacer esta ruta

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El Ayuntamiento de Petrer recomienda precaución al recorrer la Rambla de Puça. El consistorio recuerda a los visitantes que es importante no realizar el camino solo, mantener a los niños bajo vigilancia cerca de las pozas y asegurarse de no dejar basura en el entorno natural. La ruta, que permite la compañía de perros siempre que vayan atados, es ideal para familias y ofrece zonas de baño natural para disfrutar durante el recorrido si lo haces en los meses de calor.