En Supervivientes los concursantes están aislados y tienen que hacer frente a las inclemencias del tiempo, pero otra cosa es la temperatura que llevan por dentro los concursantes y siempre Kiko Jiménez es el perejil de todas las salsas.

Primero intentó hacer de celestino con Rubén y Marieta, luego quiso “liar” a la ilicitana con su cuñado Cristian Suescun y ahora parece que quiere que el bombero de barcelona se convierta en su suegro.

Torres le contó a Kiko Jiménez un sueño bastante revelador que tuvo con la madre su novia, Maite Galdeano. Este sueño “caliente” tenía como protagonista a la navarra, aunque Rubén tampoco tenían muy claro que no no hubiera sido Makoke

Antes hemos hablado de tu suegra, y ¿cómo se llama la otra, Makoke…?", preguntó Torres, a lo que Kiko, divertido, replicó: “¿Has soñado con un trío con mi suegra y la Makoke?” Torres, algo confundido, admitió que no podía ponerles cara, pero sabía que involucraba a una de ellas.

El relato del sueño continuó con más detalles jugosos. Torres describió cómo en su sueño se encontraba entrando al plató del programa y veía a una mujer de unos cincuenta años vestida con unos pantalones de cuero brillantes y ajustados y añadía “ah pues sí que está bien esta cincuentañera”. Kiko, no pudiendo contener la risa, bromeó con su compañero sobre la situación y añadía que Maite “lleva en sequía cinco o seis años” a lo que Torres contestaba que “eso no puede ser, el deber como bombero al ciudadano es de ayudar de que el ciudadano esté contento”.

Posibles suegro y yerno

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La conversación tomó un giro aún más cómico cuando Torres, jugando con la idea, comentó sobre la posibilidad de terminar siendo parte de la familia de Kiko: “A ver si voy a ser tu suegro ahora”, dijo entre risas. Mientras tanto, desde el plató, Maite Galdeano escuchaba asombrada y probablemente divertida la narración del sueño 'caliente' de Torres, lo que sin duda añadía un elemento extra de entretenimiento y sorpresa para la audiencia del programa.

La familia se va al traste” le decía Kiko a lo que el bombero contestaba: “Jugada maestra de nominarme a llamarme suegro”.