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Marc Llorente

Démosles las gracias

Manuel Pérez-Sala, nuevo presidente del Círculo de Empresarios.

Acabar con las elevadas tasas de desempleo y de temporalidad en el mercado de trabajo es muy sencillo para el nuevo presidente del Círculo de Empresarios, Manuel Pérez-Sala. Abaratar el despido como medida estrella. Esa añeja propuesta que adoran los suyos y la derecha política. Eso es «adoptar medidas diferentes y valientes». Es decir, haga usted del trabajador lo que quiera y se soluciona el paro enseguida. Generar empleos no significa que los trabajadores tengan que inclinarse ante quienes los crean porque tienen dinero e invierten con el fin de seguir ampliando beneficios.

¿Cuándo tendremos una reforma empresarial? No valen esas «soluciones imaginativas» ni el falso compromiso con la sociedad, que pretende reducir la precariedad y dar estabilidad al empleo en función del recetario de los que solo creen en sus intereses principalmente. Y es que este señor quiere que España se asemeje a los países europeos en cuanto a rebajar los costes del despido. No en otras cosas al parecer.

Los demás países, excepto Grecia, Portugal y los de Europa del Este, tienen salarios medios superiores o muy superiores. Como el salario aquí es notablemente inferior, los costes laborales en total son muy inferiores a los de otros lugares. Además, teniendo en cuenta el contrato temporal fraudulento que más de una vez funciona en nuestro país, no hace falta pagar ciertos despidos. El gasto real de cualquier tipo de despido puede ser cero o les sale «a devolver» a los empresarios, ya que los costes de los trabajadores despedidos se compensan con las horas extras gratis que realizan los no despedidos y con el dinero que no declaran a Hacienda.

Respecto al sistema de pensiones, «hay que reformarlo absolutamente todo», dice el conservador Pérez-Sala. ¡Ojo! Actualizar las pensiones de forma «prudente» consiste en que se mantengan con el insuficiente nivel que tienen. Pero lo más destacado es retrasar la edad legal de jubilación para conseguir una «pensión digna». Ya ven que los dueños de la vida ajena no desfallecen nunca en beneficio del trabajador.

La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, prepara la demolición (o la «actualización» solo, a juicio de Pedro Sánchez) de la reforma laboral, según el acuerdo de Gobierno de coalición con base en la mesa de diálogo social entre patronal y sindicatos, y el nuevo Estatuto del Trabajo. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en la línea de la CEOE, defiende, indirectamente, lo que hizo Rajoy y reducir los tipos de contratos a estables, temporales y de formación. Vale. Pero los frescos de siempre, vestidos de benefactores, solo quieren arrimar el ascua a su sardina. Maniobrar a su antojo y anular más aún al débil en pro del empleo a imagen y semejanza de la clase empresarial y de las élites económicas. Démosles las gracias.

Sánchez presenta el Plan de Recuperación pactado con la Comisión Europea a fin de obtener los 140 000 millones indispensables junto con las vacunas. Debe remitir a Bruselas un «paquete equilibrado en todos los ámbitos». Las reformas laboral, de pensiones y fiscal tienen negociaciones abiertas, respectivamente, con los agentes sociales, el Pacto de Toledo y la comisión de expertos para la reforma integral de la fiscalidad en conexión con la media europea. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, da prioridad, pensando en los retos del siglo XXI, a la subida del impuesto de sociedades, patrimonio, sucesiones y donaciones, así como a la fiscalidad medioambiental, que buena falta hace a no ser que se sigan las indicaciones de Vox en el sentido de que el calentamiento global es bueno para no morir de frío.

Se aspira a la actualización de las pensiones con el IPC e impulsar el retraso de la edad real de jubilación, acercándola a la edad legal, en sintonía con el líder del grupo de presión Círculo de Empresarios, salvo por el hecho de que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, dará premio a los que se retiren más tarde. Y luego a vivir de maravilla con más años a cuestas y una paga supuestamente saneada.

¿Cómo reducir la temporalidad? Esta es una de las claves. Por eso, Yolanda Díaz tiene muy avanzada la negociación en las políticas activas de empleo. ¿Serán otras medidas valientes o soluciones distintas a las que propone Pérez-Sala? Por cierto, Comisiones Obreras y UGT calientan los motores de un Primero de Mayo (con mascarilla) ante los incumplimientos del Gobierno hasta ahora, con «plenas garantías de seguridad». Reivindican la subida del salario mínimo interprofesional y la necesidad, en suma, de hacer políticas para la clase trabajadora, sin perjuicio de los intereses generales.     

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