Opinión

Tragicómica nostalgia en “L’últim ball”

L'últim ball.

L'últim ball. / INFORMACIÓN

L’últim ball

TEATRE ARNICHES DE ALICANTE

***

Texto y dirección: Carles Alberola. Reparto: Alfred Picó y C. Alberola. Compañía: L’Horta Teatre

Sonrisas y alguna lágrima, tal vez, desencadena el espectáculo de la compañía valenciana L’Horta Teatre, que obtuvo el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2023 y que ahora cumple, meritoriamente, su 50 aniversario. En esta ocasión se trata de un homenaje al mundo de los cómicos. Al margen de la fama, todos los intérpretes llevan felicidad e intensidad emocional al público.

Aquí, en «L’últim ball», dos veteranos actores, uno retirado y el otro en pie con dificultades, se reencuentran después de veinte años, con algunos choques, a fin de homenajear a un compañero fallecido. El texto y la ajustada dirección de Carles Alberola van por este itinerario, y Alfred Picó le acompaña. El alto y el bajo, una extraña pareja como tantas otras del teatro o del cine.

Alberola asume el papel del que malvive aún con esta profesión. Ambos, amigos en la realidad y colegas que empezaron juntos y han compartido diferentes obras, vuelven a unirse y a entenderse muy bien. Tienen precisión y matices interpretativos que persuaden. Y el autor, director y actor vuelve con su reticente entonación burlona.

En la segunda parte acontece el efecto del teatro dentro del teatro, una acción dramática donde se lleva a cabo ese último baile quizá y la idea de reinventarse para ser feliz y de rehacer continuamente la vida. Todo se alarga demasiado y puede pesar a medida que transcurren los minutos.

La escenografía de Montse Amenós, el diseño de iluminación de Ximo Rojo y la música de Josep Zapater y Noèlia Pérez, además de la coreografía de esta última, aportan su aliento y realzan el montaje. El tema humano y el hecho teatral y lo que conlleva centran el interés. Pero esto mismo se puede decir sobre otra clase de problemas y oficios.

Quedan ahí las segundas oportunidades y la defensa de la reinserción de los mayores. La necesidad de seguir siendo felices, de hacer lo que uno quiere, y la reivindicación de la amistad. Se llaman Lino y Morgan. ¿Les suena de algo? En el Arniches de Alicante.