La desigualdad económica mundial en países desarrollados azota a nuestra sociedad diariamente.

Entendemos esta desigualdad como el reparto desequilibrado de riqueza y rentas económicas de cada individuo.

Un dato del informe “Una economía al servicio del 1%” de Orfan Intermon, afirmó que en el año 2015, 3.600.000 personas tenían la misma riqueza que 62 de las consideradas ricas. 

El origen de esta desigualdad viene dada con el inicio de la industrialización con la incorporación de las tecnologías: se produjeron transformaciones sociales y económicas que desplazaron las clases obreras a favor de las clases más altas.

Esto hace que los ricos se hagan cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.

En mi humilde serían los poderes políticos los que tendrían que velar para que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades y se produjese una reducción de los desequilibrios económicos.