Cinco ensayos en la basílica de Santa María, dos jornadas tan entrañables como populares con la Prova de veus y la Prova de l'Àngel... y las representaciones del Misteri de este año (que sólo se podrán ver, escuchar y sentir en agosto, al no haber ciclo otoñal) se convertirán en realidad. Quizás por ello, y porque siempre hay un reto añadido de intentar mejorar lo realizado en el pasado más inmediato, lo cierto es que el trabajo de escolanos (unos 35 niños están preparando las escenificaciones del drama asuncionista, con la incorporación de ocho voces nuevas, bajo la dirección de Javier Gonzálvez) y cantores (hasta 55 voces que tendrán la oportunidad de interpretar los diferentes papeles de La Vespra y La Festa) comenzó ayer con mucha intensidad «cuidando, sobre todo, el apartado escénico bajo la coordinación del maestro de Ceremonias, Antonio Antón de una manera global y con la participación de todos los integrantes de la Capella. Nuestro empeño es conseguir que se trabaje muy concentrado, que se cante cada vez mejor, tomando conciecia de la gran oportunidad que implica formar parte del Misteri.

El público y los cantores son protagonistas de una representación que pretendemos se vea como nueva cada vez, aportando toda nuestra intensidad y todo el trabajo de un año», explica José Antonio Román Marcos, mestre de Capella, al tiempo que detalla que, «a partir de hoy, quedarán cuatro jornadas más de ensayo en la basílica, pero ya distribuidos los cantores según la participación en cada uno de los días de las representaciones».