Venados en celo. A escasos 30 kilómetros de las playas de Alicante se puede disfrutar de un espectáculo único en la provincia durante estos días. En La Carrasqueta se puede asistir hasta finales de mes de la berrea del ciervo, periodo de celo de este animal en el que los machos emiten por las noches un característico y llamativo sonido gutural. Y por primera vez este año se está potenciando este atractivo turístico en este emblemático pulmón verde de la provincia con marchas nocturnas gracias a la Asociación Defensora de Herbívoros contra Incendios Forestales (Adhif) y el hotel restaurante Pou de la Neu.

La berrea del ciervo se puede escuchar en La Carrasqueta gracias a la pequeña población de estos animales que existen, compuesta por varias decenas de ejemplares, sobre todo hembras. Machos hay menos, y son los que berrean. Hay ciervos en otras zonas de la provincia, pero La Carrasqueta es el único monte con un número de ciervos reseñable, al margen de las grandes fincas valladas. Además, en esta sierra también hay muflones, arruís y jabalís. Los ciervos se extinguieron en libertad en la provincia a principios del siglo XX, aunque con su introducción en cercados cinegéticos a partir de los años 80 y posteriores escapadas han repoblado varias zonas de la Comunidad, entre ellas La Carrasqueta, una de las pocas que no están valladas en Alicante.

Desde Adhif, que el pasado sábado organizó una marcha nocturna para disfrutar de este ritual de apareamiento desde el Pou de la Neu del Surdo, en la cima de La Carrasqueta, en colaboración con el hotel, destacan que «es un espectáculo único en la provincia que atrae cada año a más seguidores, que se ahorran su traslado a Cazorla (Jaén). La berrea del ciervo dura entre 20 y 30 días, dependiendo de cada año. En La Carrasqueta empezó la pasada semana y durará hasta final de mes». Las demostraciones de poder de los machos incluyen los berreos y luchas rituales, en las que utilizan su cornamenta, aunque eso es muy difícil de poder ver, al ser por la noche y también debido al escaso número de machos. Los territorios preferidos para estos rituales son donde las hembras van a beber o alimentarse, y culminan con el apareamiento.

Desde este colectivo conservacionista explican que gracias a la buena gestión de los cotos de la zona se mantiene una pequeña población de ciervos en esta sierra xixonenca. Destacan que el respeto que los gestores de esos cotos tienen por los animales, donde apenas hay caza y no se hacen batidas ni recechos, permite que se mantenga la presencia de ciervos. Eso sí, los furtivos suponen un gran peligro para su supervivencia. En estos días, los furtivos aprovechan los berridos que delatan la ubicación de los ciervos para hacerse con un trofeo en este paraje pese a que no hay autorización. Sin ir más lejos la pasada semana se ha encontrado un ejemplar degollado en La Carrasqueta, obra de algún furtivo que se ha llevado la cabeza de recuerdo de esta especie de caza mayor. Por este motivo se ha intensificado la vigilancia en la zona por parte de Policía Local y Guardia Civil, que se suman a los aficionados a la fotografía y a los amantes de este espectáculo único. Todo esto junto a las cámaras de vigilancia, contribuye a mantener las escasa población de ciervos machos, recuerdan desde Adhif.

Son muchos los aficionados que pasan la noche en el monte, desde el puerto hasta la Font de Vivens, otros en el refugio de los Albaserest, en el limite con Ibi, para disfrutar de este espectáculo que sumerge al visitante en plena naturaleza a tiro de piedra de las playas alicantinas.

Se recomienda ir a pie y en silencio para escucharlos, aunque desde el Hotel Pou de la Neu explican que allí se oye el berreo sin ningún problema. Fuentes de este complejo señalaron que este año por primera vez han tratado de ofrecer este atractivo a los visitantes con explicaciones, y que colaboran con Adhif en sus marchas, y que para el año que viene se quiere potenciar el berreo como un atractivo turístico más, como hacen en otras zonas naturales como Cazorla. A partir de las 17.00 horas ya se pueden escuchar los berridos, y simplemente con acercarse al puerto de La Carrasqueta o al camino de Vivens se puede oir este espectáculo.

Caza ilegal

Adhif recomienda a los excursionistas que si observan algo anormal como coches o disparos por la noche, se debe dar el aviso al 112 y anotar la matrícula. Los recechos autorizados no se pueden hacer por la noche, por lo que todo disparo que se escuche por la noche, excepto que sea para matar un jabalí, es ilegal.

Aunque los permisos que se dan para matar ciervos se justifican desde la Conselleria de Territorio en que causan accidentes de tráfico y por los daños en la agricultura, desde Adhif recuerdan que el problema es que no se respetan los límites de velocidad y que los daños a la agricultura son inexistentes, ya que hay pocos machos. En todo caso los ciervos contribuyen a mantener limpios los bosques y prevenir los temidos incendios forestales.