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El PSPV se allana el camino para un congreso de consenso pero Soler echa un pulso a Franco en Alicante

Los socialistas logran listas únicas en el 96% de las agrupaciones - Los «alejandrinos» acusan a Franco de no querer negociar, y los afines al exsenador alegan que pedían el 45% de delegados

Toñi Serna, Manolo Mata, Ximo Puig y José Muñoz, en la Comisión Ejecutiva Nacional del lunes. | FRANCISCO CALABUIG

El PSPV sigue por la senda de allanarse el camino para un congreso -el convocado para el 12, 13 y 14 de noviembre en Benidorm- de consenso. A principios de septiembre el actual secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, conseguía el objetivo de convertirse en candidato único por primera vez en 17 años en un cónclave de país. Ahora, una vez cerrado el plazo para la presentación de las candidaturas de las delegaciones, da un paso más en esa estrategia: el partido ha logrado listas únicas de cabezas de delegaciones al congreso nacional en el 96% de las agrupaciones. Ahora bien, la excepción que más ha escocido ha sido Alicante. Es ahí donde los afines al diputado nacional Alejandro Soler, hasta la última remodelación del Ejecutivo de Pedro Sánchez conocidos como sanchistas, y ahora rebautizados como «alejandrinos» en algunos sectores del partido, han optado por plantear un pulso en el principal feudo del exsenador Ángel Franco. Lo hacen con una candidatura alternativa, encabezada por la exedil Sofía Morales, frente a la lista franquista, que propone al regidor Raúl Ruiz.

Desde el sector que en su día abanderó el sanchismo en la provincia lo que se alega es que la cerrazón de los de Franco a pactar las listas en la agrupación de Alicante es lo que les ha abocado a plantear una alternativa, aunque insisten en que están dispuestos a sentarse a negociar e incluso a apoyar una cabeza de candidatura de consenso con un acuerdo sin ninguneos. De lo contrario, aseguraban los críticos, «volvemos a lo de siempre. Ganarán asambleas, pero perderemos elecciones».

Desde la otra parte -la oficialista-, por contra, se escudan en que desde el grupo que en estos momentos lidera Alejandro Soler aspiraban a lograr el 45% de las lista, frente al 22% que ellos ofrecían a pesar de que, según sostienen los franquistas, su peso en la agrupación no llega al 20% en estos momentos. Se niegan, pues, a ceder, y retan al otro sector a ir a una votación que, en caso de que fuera necesaria si se mantienen las dos opciones, se celebraría el domingo 26 de septiembre. En este sentido, consideran que es «suicida» llegar hasta el final con una alternativa a la de Raúl Ruiz, ya no sólo por el nombre elegido, sino también porque consideran que los números no les van a dar de ninguna de las maneras, y que, por tanto, éste no es más que un paso al frente a la desesperada.

En cualquier caso, y más allá del escenario que se acaba de abrir en Alicante, las cifras que manejan los socialistas en la provincia apuntan a que los sectores más afines a Puig, donde se incluyen los franquistas y los herederos del pajinismo -encabezados en estos momentos por Toñi Serna y Toni Francés- habrían conseguido algo más del 70% de los delegados, mientras que los círculos más cercanos a Soler -donde también incluyen al alcalde de Elda y presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Rubén Alfaro- no llegarían al 30%. Todo en un proceso en el que el objetivo era elegir 135 delegados en la provincia, con cerca de 40 cabezas de listas.

Desde la cúpula del PSPV, no obstante, optaron por no entrar en lo ocurrido en Alicante, y se limitaron a subrayar que «la presentación de candidaturas confirma la capacidad de consenso y de diálogo en un momento clave y en el que el partido está fuerte desde el punto de vista institucional y debe seguir estando fuerte».

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