En Aragón existen 7.275 explotaciones ganaderas intensivas y el porcino es el sector más importante con 4.300 granjas, el 59% del total. Además de las que se dedican a los cerdos, hay 2.300 de terneros, 500 de avicultura, 90 de conejos y 85 de vacas lecheras, según fuentes del Departamento de Agricultura de Ejecutivo aragonés.

Según los datos del último censo de ganado porcino (mayo de 2021), en Aragón hay 9.201.940 cerdos entre lechones, cerdos en cebo, verracos y cerdas reproductoras. Este dato refleja un aumento en aproximadamente 400.000 animales desde noviembre de 2020, el dato anterior. Este elevado número de ganado se reparte en granjas ubicadas por toda la comunidad que se dedican al porcino. De ellas, un total de 1.010 (la mayoría situadas en Huesca) están obligadas a informar de sus emisiones debido a su gran tamaño .

Actualmente, Aragón es la comunidad que lidera la producción porcina nacional con un 26% y más de 15 millones de cerdos cada año. Además, es la segunda comunidad en cuanto a exportaciones con un 26%.

En Aragón, el porcino supone un 45% de la producción final agraria. Todo el complejo productivo que gira en torno de la producción porcina (granjas, fábricas de piensos, mataderos, industria cárnica asociada, transporte y servicios directos asociados) supone un 3,5% del PIB de la comunidad.

A pesar del elevado número de cabezas de ganado porcino registradas en la comunidad cada año, tanto Gobierno como la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) coinciden en que en la comunidad no hay ninguna explotación que se pueda calificar como "macrogranja". "Hay unos límites fijados por el Gobierno de España y no puedes tener más de ese número de animales, en Aragón ninguna se pasa. Aquí no tenemos macrogranjas", afirma David Uritea, dueño de una explotación porcina en Lécera y representante de UAGA.

El Gobierno apunta que los límites estatales se marcan en 864 unidades de ganado mayor, es decir, no puede haber más de 7.200 cerdos de cebo o más de 2.800 madres reproductoras. "La ganadería intensiva es necesaria para que la carne pueda llegar a todos los consumidores a un precio razonable. Criar cerdos de forma extensiva no es viable", apunta Urieta. "Las explotaciones familiares, que es lo que tenemos en Aragón, no son macrogranjas sino que son las que dan empleo, son las que fijan población y las que pueblan las zonas despobladas", añade el ganadero.

Para que se pueda llevar a cabo una nueva granja en Aragón, UAGA recuerda que es necesario el permiso del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) quien evalúa el espacio donde se va a instalar y el tamaño. "Tenemos que estar a un kilómetro unas de otras, a dos kilómetros de los mataderos y a un kilómetro de los cascos urbanos", enumera Urieta.

Aragón tiene su propia legislación en cuanto a la eliminación de los residuos. La comunidad apuesta por la utilización de los purines como fertilizantes naturales invirtiendo así en la economía circular. Además, desde el pasado julio está restringida la construcción de instalaciones en zonas protegidas y en sus áreas de influencia.

Desde el año 2019 en Aragón ya existen 11 municipios que se consideran "zonas saturadas", es decir, donde, debido a la cantidad registrada de nitratos por hectárea, no se pueden construir nuevas granjas ni ampliar las explotaciones ya existentes.

El porcino no es la única especie que se cría de forma intensiva en Aragón, pero sí que es la única que tiene una regulación sobre el número máximo de animales que puede haber en una misma explotación.

Desde el Gobierno aseguran que se trabaja en la Ley de Protección de la Agricultura Familiar y el Patrimonio Agrario que ya está en las Cortes y que limitará el número de plazas en las granjas para el resto de especies. En el caso del sector bovino el límite se establecería en 4.100 terneros.