La Indicación Geográfica Protegida de los vinos de la tierra de Castelló es una figura de calidad previa a la Denominación de Origen, y nació con el objetivo de velar por la calidad en la producción y la procedencia de los vinos elaborados en la provincia de Castellón. La entidad se constituyó en el año 2003 y certifica que los vinos proceden íntegramente de uvas producidas en viñedos de la provincia, han sido elaborados en una bodega de Castelló y que también han sido embotellados en la provincia. Son vinos 100% de Castelló.

El presidente de la IGP Castelló, Juan Carlos Pavía, realiza un balance de la temporada a la que califica de «complicada», pero avisa que «no nos han quitado las ganas de seguir luchando y persiguiendo los objetivos». Así, el principal reto que busca la entidad es conseguir la Denominación de Origen Protegida, lo que aportará un notable valor agregado al producto final, hecho que redundará en un importantísimo beneficio directo para los productores locales, a la vez que reforzará la imagen y la proyección externa de Castelló en general y de sus vinos en particular.

No obstante, Pavía destaca que «la salud de vitivinicultura de Castelló no está atravesando su mejor momento». «La pandemia de la covid-19 ha golpeado muy fuerte, aunque sí que es verdad que en la parte agrícola el impacto negativo se ha notado menos, pero desde el punto de vista comercial ha sido un año complicado», revela Pavía, quien añade que «si la hostelería no funciona, el sector del vino tiene muchas dificultades para salir. Las grandes bodegas pueden hacer grandes ofertas, pero nosotros, los pequeñitos, como son casi todas las bodegas de Castellón, es muy complicado».

El principal reto al que se enfrenta la IGP Castelló es conseguir «una comercialización fácil». Para alcanzar este paso «es necesario pasar a ser una Denominación de Origen, ya que se nos abrirían muchas puertas», indica Pavía. «Es el paso trascendental que tenemos que abordar. Ello, junto a un apoyo fuerte por parte de las instituciones, permitiría lograrlo. Nosotros trabajamos para ello», argumenta el presidente de la entidad vitivinícola.

Para empezar a poner soluciones, desde la IGP Castelló han apostado por promocionar y potenciar su marca. «A través de la colaboración de los hosteleros hemos ido presentando en diferentes restaurantes algunos de nuestros vinos, con catas-cenas comentadas. Esta acción está gustando mucho, cada día son más las personas que se interesan por este tipo de actividades. Esperemos que la situación sanitaria mejores y podamos retomar esta promoción», confiesa Pavía. Dentro de esta línea, una de las novedades que han puesto en marcha recientemente, junto a la Asociación de Distribuidores de Vinos de Calidad de Castellón (Vindicas) y los diferentes distribuidores, ha sido la creación de unas bolsas especiales para que «los comensales, cuando no se puedan acabar la botella de vino en el restaurante se la puedan llevar a casa».

Juan Carlos Pavía

Puntos fuertes

La diversidad de uvas es la principal característica. «Ello nos permite que tengamos muchos y diferentes vinos de la provincia de Castellón. Nosotros no nos podemos identificar con ninguna variedad autóctona del arco mediterráneo, aunque podríamos destacar la Macabeo, Embolicaire y Monastrell. Sin embargo, en esa diversidad hemos encontrado nuestro mayor potencial», asegura. Actualmente, pertenecen a la IGP Castelló un total de 15 bodegas repartidas por toda la provincia: Bodega Alcoví (Almedíjar), Almarós (Soneja), Barranc dels Cirers (Benlloc), Bellmunt Oliver Viticultors (Cabanes), Besalduch, Valls & Bellmunt (Sant Mateu), La Canetana (Canet lo Roig), Castells i Montoliu (la Torre d’en Doménech), Barón d’Alba (les Useres), Cooperativa de Viver (Viver), Bodega Flors (les Useres), L’Estanquer (Canet lo Roig), Bodega Flors (les Useres), Mas de Rander (Benlloc), El Mollet Vino y Cultura (les Useres), Bodega Les Useres (les Useres) y Vega Palancia (Azuébar).

En cuanto al futuro, Pavía señala que «al ser la mayoría de bodegas muy jóvenes tenemos mucha ilusión por trabajar y hacer las cosas bien. Y esa ilusión se comparte y se transmite. No vamos a perder la idea de que lo único importante es ofrecer calidad. Ello nos acercará a ser Denominación de Origen».

Las cifras de la DO: las 15 bodegas elaboran una media de 600.000 litros de vino

El presidente de la Indicación Geográfica Protegida Castelló es Juan Carlos Pavía. La IGP está formada por un territorio de más de 200 hectáreas, con un clima de carácter mediterráneo, en el que destacan tres subzonas: Alto Palancia-Alto Mijares, Sant Mateu y Les Useres-Vilafamés. Las bodegas pertenecientes a la IGP Castelló elaboran de media unos 600.000 litros de vino al año aproximadamente, y comercializan más de 500.000 botellas, aunque este año las cifras son ligeramente inferiores. Actualmente forman la IGP Castellón 15 bodegas, quienes elaboran hasta 50 referencias diferentes de vinos que se comercializan más allá de la provincia o el ámbito nacional, ya que llegan incluso a Alemania, Estados Unidos, Inglaterra y a China.