Ya está en marcha la nueva edición de 'Gran Hermano', la número 17. En la gala de presentación celebrada este jueves en Telecinco pudimos conocer a los nuevos concursantes y asistimos a la despedida como presentadora de Mercedes Milá, que dio el relevo a Jorge Javier Vázquez.

"La vida pasa y hay un momento dado en el que tienes que saber decir 'me voy' y, sobre todo, si os dejo en las manos de alguien cómo Jorge Javier Vázquez", señaló Milá.

La periodista confesó que se marchaba muy tranquila porque dejaba el espacio en manos del mejor presentador posible para el 'reality'. "Este formato es solo tuyo y mío y desde esta noche, esta flor significa esta unión, pero desde este momento tú tienes que ser fiel a ´Gran Hermano´ y a los niños", le dijo Mercedes. "Juro fidelidad y amor eterno a ´Gran Hermano´ y a los concursantes", le respondió Jorge Javier.

Tras producirse el relevo, fueron apareciendo los concursantes de esta decimoséptima edición. Los elegidos fueron seleccionados hace pocos días entre 40 finalistas tras un filtrado de 13.000 candidatos. Según datos aportados por la cadena, el 52% de los interesados eran mujeres frente al 48% de los hombres; casi la mitad tienen entre 18 y 35 años y un 86% se encuentran en estos momentos sin pareja. Parte de los seleccionados fueron algunas de las 1.546 personas que se subieron a la Caravana GH y un 34% ha cursado estudios superiores.

Miguel, modelo internacional

El primer concursante en salir fue Miguel, modelo internacional. Se considera a sí mismo como un chico de "mentira", un "trampantojo".

Noelia, concursante por sorpresa

Conoció que iba a concursar en 'GH 16' en directo y desde el plató. No fue presentada oficialmente, sino que se fue directamente a la casa de Guadalix. Ya en su nuevo hogar, confesó que tiene "orgasmos cerebrales".

Beatriz, "la rompe-cuellos"

También descubrió en directo que iba a concursar en el 'reality'. Beatriz se define como alegre, enérgica, optimista, rencorosa, incontrolable y descarada. Además, afirmó que se considera una "nena rompe-cuellos" porque todos los chicos se giran en la calle para mirarla.

Álvaro, el arquitecto

Tiene 32 años, es de Sevilla y su profesión es la de arquitecto. Se considera muy extravagante, creativo y un "cachondo mental".

Pol, el luchador enmascarado

Entró en la casa luciendo cuerpazo y con una máscara de luchador mexicano. Jorge Javier Vázquez le comunicó que tenía que taparse el rostro con una máscara y que no podía quitársela hasta que ellos se lo comunicaran. Si lo conseguía, se convertiría automáticamente en finalista.

Meritxell y Laura, dos amigas inseparables

Tienen idénticos tatuajes y no son capaces de vivir la una sin la otra. De cara a sus compañeros de concurso, tienen que hacer como si no se conocieran de nada.

Fernando y Cris

Se conocieron por un amigo y son también inseparables. El Gran Hermano les retó a descubrir qué otras parejas había en la casa de Guadalix.

Clara y Candelas

Entraron en la casa rodeadas de un impresionante juego de música, luces y baile. Jordi González les hizo creer que él era el presentador de esta edición.

Pablo, el gran disgusto de la noche

Jorge Javier le anunció en el confesionario que no era un concursante oficial, por lo que se echó a llorar de forma desconsolada. "Si consigues que todos tus compañeros se coman un gofre te conviertes en concursante y directamente finalista", le dijo el presentador.

Montse y Chambao

La sorpresa de la noche llegó con Chambao, un hermoso caballo blanco que se ha convertido en el compañero de Montse. La concursante entró en la casa con él y el resto de concursantes no se podía creer que se lo hubiesen regalado.

Alain y Rodrigo, dos franceses en Guadalix

Deben hacer creer a los otros concursantes que eran concursantes de Gran Hermano Francia y que tinen que elegir a dos de ellos para hacer un intercambio.

Bárbara y Adara, las mujeres que escuchan tras las paredes

Jorge Javier les comunicó que tenían hasta la medianoche para encontrar la puerta secreta de la casa oficial de ´GH 17´ y convertirse en finalistas. Para ello, tenían que escuchar a través de las paredes.

La casa de Guadalix cuenta con 100 posiciones de cámara, cubiertas por cámaras robotizadas, fijas y de estudio. Un total de 75 micrófonos de ambiente e inalámbricos, distribuidos por toda la estancia, evitarán que se escape cualquier sonido o conversación.