'Operación Triunfo 'nació allá por el 2001 como un formato de búsqueda de nuevos cantantes. El programa causó tanto revuelo en la primera edición que los triunfitos calaron de lleno a la sociedad y el 'Fenómeno OT' supuso un hito en la historia de la televisión. Dieciséis años después, 'Operación Triunfo 2017' volvió a causar furor y los jóvenes llenaron nuestras pantallas de momentos tan icónicos como el aguacate de Ana War, el gran Shake It Out de Amaia o los san jacobos de Aitana.

'OT 2017' revolucionó a la audiencia y este hecho ha causado que en la XX Edición de los Premios Iris el talent obtuviese dos galardones, el de Mejor Programa y el conductor del concurso, Roberto Leal, se ha alzado como ganador de Mejor Presentador de Programas.

¿Qué supone haber ganado este premio?

Es una etapa súper bonita. Estoy viviendo un sueño. Hoy además se cumple un año de OT 2017 y se pone uno a pensar en todo lo que le ha pasado y son cosas muy grandes. Hay que disfrutarlo y que dure lo que dure. Hay que estar ahí.

Hoy analizamos las luces y las sombras de OT... ¿Es difícil digerir el fracaso?

No sé, de momento OT el año pasado fue magia. Este año considero que está yendo bien de momento. El fracaso hay que aprender a digerirlo igual que el éxito, sino te puedes dedicar a otra cosa. Yo he pasado por programas que no han triunfado y aquí sigo y ojalá sea por muchos años más. El éxito o el fracaso hay que llevarlo a la vida, si tienes los pies en el suelo y tienes una bonita familia, lo demás da igual.

¿Crees que ha habido perfiles que no han encajado en el perfil de la música?

Supongo que es complicado. Una vez que salen de un programa te tienes que gestionar tú mismo tu carrera fuera, aunque OT te lance al principio. No todos pueden llegar, todos lo intentan, pero una vez que salen, luego hay que verlo. Cuando los eligen es por algo, pasan un casting de muchas personas, pero lo que pasa fuera, Dios sabrá.

¿Te parece normal que estos jóvenes intenten cambiar las letras de las canciones que siempre hemos bailado y cantado sin darle ninguna vuelta?

Yo creo que los tiempos están cambiando. Es el debate que ha nacido a raíz de esto. Yo al final estaba pensando que, si un autor la escribió en su día, entiendo que eso no se puede tocar. Pero sí que al final que se abra un debate de este tipo, que alguien de estas edades les chirríe una palabra que nosotros la pasábamos por alto, creo que es sano. Es sano que se debata desde el respeto y la tolerancia. En Twitter hubo de todo pero que haya una generación de 20, de 40 o de 60 que opine, bienvenido sea el debate. Algo se está moviendo y siempre que se saque la parte positiva, que así sea.

A los concursantes los están comprando con los del año pasado...

Yo los estoy viendo bien. Es verdad que Noe decía que faltaba un poco de emoción, pero este es un programa en el que el roce hace el cariño. Estamos en la quinta gala, la semana pasada hubo numerazos, espero que esta también. Poco a poco. Quedan todavía unas cuantas galas y al final conseguirán atrapar al público como el año pasado. La magia solo se vive una vez.

¿Cómo se toman ellos que se les compare todo el rato?

Ellos no son conscientes, viven en su burbuja. Ellos cuando entraron sabían que se les iba a comparar, pero se les habrá olvidado... Por su bien también porque no se puede estar todo el rato pensando en eso.

Para ser la primera vez, ¿entiendes la actitud de muchos de los cantantes de OT con la prensa?

Yo es que eso no lo he vivido. Al final eso va en la persona de cada uno. Que hayan tenido sus más y sus menos, no lo sé, la verdad es que me quedo con la parte buena. Cuando veo que a lo mejor han tenido algo, no puedo entrar a valorarlo. Eso a mí no me compete. Una vez que salen de ahí cada uno gestiona su carrera. Si tienen algún encontronzao... Yo prefiero que no los tengan pues la prensa es muy importante para nosotros.

¿Tú como gestionas tu carrera? ¿Llegan nuevos proyectos?

Llega una etapa, se cierra un ciclo con España Directo. Son nueve años... Esto tenía que pasar. Esto es mucho tute y mucha exposición. Hay que parar un poco, descansar y que vengan los proyectos que tengan que venir.

Descansar Roberto Leal... Qué raro suena.

Lo que será raro será ir a desayunar tranquilo, comprar el periódico y pasear por el barrio. Yo es que eso no lo he vivido.