Laura Matamoros ha vuelto a Guadalix. La hija de Kiko Matamoros visitó la casa de 'Gran Hermano VIP' para esconder la bolita roja que permite al concursante que la encuentre hacer una pregunta al público. De esta manera, la joven se ha reencontrado con Makoke, la exmujer de su padre.

Aunque hubo un momento en el que las dos se llevaban como el perro y le gato, con el paso del tiempo consiguieron aparcar sus diferencias y recuperar la amistad que las unió al principio. Esta relación cordial entre ambas no se ha visto dañada con la ruptura de Kiko Matamoros y Makoke. No obstante, la visita de la ganadora de una de las ediciones de 'GH VIP' ha hecho evidente la tensión que todavía existe entre ambas.

Makoke recibía emocionada a Laura Matamoros. "Estate tranquila y concéntrate en esto, disfrutándolo, no le des vueltas a lo de fuera", le decía la joven. Tras las preguntas de rigor en las que la concursante se ha interesado por sus hijos, Matamoros ha reprochado a la concursante la manera en la que ha gestionado en la casa la información sobre su reciente separación: "Hay cosas que yo no comparto, cosas que no me han gustado". Estas palabras han sorprendido a Makoke, que considera que apenas se ha pronunciado al respecto.

Una vez en el confesionario como la persona que encontró la bolita roja, la concursante confesó su desconcierto con las palabras de Laura Matamoros: "He sido súper discreta, solo he dicho palabras bonitas a su padre. No sé qué he podido decir, me ha dejado tocada".