Los vecinos de las urbanizaciones situadas en el entorno de la laguna de Torrevieja soportan la cuarta plaga de mosquitos de este año 2021. Las lluvias de finales de octubre y la humedad sostenida del mes de noviembre han hecho eclosionar las larvas de charcos y zonas anegadas de agua junto al saladar de la laguna. En estos enclaves actuó el Ayuntamiento para evitar la plaga, pero en algunas zonas es como matar moscas a cañonazos. Y además no se puede intervenir docenas de piscinas y jardines privados sin mantenimiento.
El equipo de gobierno ya anticipó que iba a actuar en las áreas inundadas por los más de cien litros por metro cuadrado que cayeron a finales de octubre, a los que se han sumado varios chaparrones y tormentas en noviembre, y da las gracias a diario a «su equipo» por actuar contra los focos de mosquitos con larvicidas y adulticidas. Ese equipo al que se refieren los responsables de comunicación municipal es la empresa INTI, firma madrileña que no da abasto pese a que el área de Sanidad no para de emplear presupuesto extra para intentar atajar la nueva plaga. Es posible que la bajada de temperaturas de estos días rebajen sensiblemente las molestias ocasionadas por los mosquitos. Pero sólo hasta la próxima, porque eran ya vecinos de Torrevieja siglos antes de que sus primeros pobladores llegaran al entorno de las lagunas a extraer sal.
Cada vez que el Ayuntamiento insiste en redes sociales en asegurar que tiene la situación controlada, con una batería de imágenes y «reels» con emoticonos de ánimo, las mismas redes sociales municipales, en especial Instagram y Facebook se llenan de respuestas señalando zonas afectadas en la que los residentes aseguran que no pueden ni salir a la calle a pasear a sus mascotas.
