La necesidad de escuchar, oler, mirar y tocar libremente es intrínseca al ser humano desde que nace. Por esa razón ofrecemos un espacio adaptado y preparado para ello. Buscamos la posibilidad de experimentar sin normas, con materiales no estructurados y acompañados de una persona de nuestro entorno.

El juego libre consiste en jugar con su cuerpo, manipular objetos, poder moverse guiados por su propio instinto y por su curiosidad innata. La compañía de los adultos en el juego, sin agobios, a su ritmo, les proporciona un apoyo emocional fundamental para su desarrollo.